Otra vez dando la cara

No debe ser nada fácil llegar a cada final de temporada con el equipo de tus amores jugándose la vida. Menos aún debe ser ver cómo el ladrón que roba tus sentimientos cada fin de semana sigue sin aprender de errores del pasado y te pide un último esfuerzo cada vez que mayo agoniza. Para superar todo eso -y mucho más- sólo hay que estar contagiado de cordobesismo. Porque el CCF, como ya es una costumbre, vuelve a jugar su último partido en El Arcángel con todo por hacer. Y lo malo es que una vez más el objetivo que se divisa en el horizonte sólo es la permanencia. Bien es cierto que en esta ocasión, ese premio menor, esa mínima responsabilidad que se presume para todo equipo cuando salta a competir, significa la vida para una entidad que anda a la deriva. Sin patrón y, lo que es peor, casi sin marineros. Los únicos que no fallan, los que siempre dan la cara, los que siempre están ahí cuando se les necesita son los piratas de las gradas. Esos corsarios que desafían tierra y mar para estar al lado de los suyos cuando su aliento se hace indispensable. Y el domingo, cómo no podía ser menos, no será la excepción. Estarán animando a muerte hasta que el puerto se divise y, sólo entonces, harán hablar a su corazón para pedir las responsabilidades a sus patrones. Serán dos partidas en una. Y cada cual de gran calado.

Mientras el Córdoba, al contrario que en situaciones anteriores similares, ha optado esta vez por no fomentar ninguna campaña para poblar las gradas, la Agrupación de Peñas Cordobesistas emitió ayer un comunicado para concienciar a los aficionados de la importancia de la cita del domingo ante Las Palmas. El organismo solicita "nuevamente y, esperemos que por última vez en esta temporada, porque eso conllevaría el final de nuestras penurias y haber conseguido el objetivo de la permanencia a todos y cada uno de los aficionados cordobesistas, blanquiverdes de pro", acudir "al estadio a defender y luchar por nosotros".

Consciente del hastío general existente entre la masa social cordobesista y que ya se reflejó en la pobrísima entrada en la última cita casera ante el Albacete, la Agrupación invita a pensar sobre la delicada situación institucional del club para pedir un último empujón: "Nos jugamos un cara o cruz, nos jugamos la permanencia y eso, en la situación económica del club, significa todo. Nos jugamos nuestra ilusión que, aunque ahora está por los suelos, seguro que nadie quiere imaginarse el año que viene fuera de esta categoría y por eso necesitamos un último aliento, un último gran esfuerzo, para con nuestras gargantas llevar a los jugadores en volandas y conseguir esos ansiados tres puntos que nos permitirían seguir soñando con un futuro que alguna vez nos sonría y nos coloque donde por afición y colectivo nos merecemos".

Para eso, desde la asociación se insta a dejar la crítica para cuando todo esté resuelto y el duelo llegue a su fin y, entonces, que cada uno libere "sus sentimientos" de la forma que desee. Desde los foros ya hay quien aboga por una pañolada bajo el lema Miserables no. Pásalo. "Tenemos que estar al lado de nuestro equipo para demostrar el verdadero patrimonio de este club: su gran afición, su marea blanquiverde. Luchemos por nosotros, por nuestro club, por nuestro escudo y una vez más escuchemos a nuestro corazón, que sólo piensa en blanquiverde y nos empuja a animar y estar al lado de nuestro Córdoba", finaliza un comunicado que hace suyo el sentir de todo el cordobesismo.