El Córdoba es un equipo regular. Difícilmente va a enlazar una serie larga de victorias... o de derrotas. En El Arcángel es casi inexpugnable, pero a domicilio deja mucho que desear. Es el sello de Alcaraz, que convierte a sus conjuntos en grupos rocosos, solidarios, combativos a más no poder. Y con esas armas ha conseguido vivir una campaña tranquila, siempre asentado en la zona media, cumpliendo con el objetivo de la permanencia de forma holgada y permitiéndose incluso la licencia de soñar con meterse en la pelea por el ascenso. Una batalla en la que el Hércules lleva todo el curso y que en las últimas fechas se ha complicado a raíz de una serie nefasta de un triunfo en ocho partidos. En el Rico Pérez ya le han puesto las pilas a Esteban para que reconduzca una situación que al final de la primera vuelta era idílica, pero que tras salir de las tres primeras plazas empieza a ser más que preocupante. Ya no hay lugar para el error.
La regularidad mostrada por el CCF en lo que va de curso es de nota. El equipo blanquiverde es el cuarto mejor de la categoría como local. Los 35 puntos sumados en El Arcángel sólo son superados por el líder Real Sociedad (43), el Hércules (40) y el Levante (39). Números para soñar con el ascenso de no haber existido ese lunar a domicilio, donde el panorama es diametralmente opuesto. Los cordobesistas tienen el cuarto peor registro con sólo 13 puntos, una cifra que no alcanzan los dos últimos de la clasificación: el Castellón (8) y el Cádiz (12), y que iguala el tercero por la cola, el Real Unión (13). Con esta suma, el CCF tiene actualmente 48 puntos en su casillero, que o sitúan en una cómoda décima plaza -fue undécimo al final de la primera vuelta y sería undécimo también si sólo tuviéramos en cuenta las 14 citas que van de segunda vuelta-, a diez de los puestos de ascenso y con un colchón idéntico sobre el descenso.
La guerra del Hércules está claro que es otra muy diferente. Confeccionado para y por el ascenso, con un presupuesto que dobla a muchos de los de la categoría, los alicantinos no entraron en zona de ascenso hasta la jornada 6, en la que se han mantenido 22 fechas, con una serie consecutiva entre la 12 y la 31. Desde entonces, siempre ha estado entre los cinco primeros. Pero acaso, su situación ahora sea la peor. Una serie nefasta de una victoria -un engañoso 4-0 ante el Salamanca en su última aparición por el Rico Pérez- en las últimas ocho comparecencias ha dejado al cuadro de Esteban Vigo a dos puntos del tercero, cuando al final de la primera vuelta la distancia entre los herculanos, entonces líderes, y el quinto -el Villarreal B, que no puede ascender, era cuarto- llegó a ser de 11 puntos. Una serie que ha coincidido con la lesión de Farinós -se le diagnosticó una tendinitis en el glúteo-, su cerebro en la medular, el eje por el que pasan todos los balones, el hombre que puede cambiar todo un equipo.
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