Con el único reto de crecer disfrutando

La llegada del Don Bosco a la Liga Nacional, una categoría donde hace más de una década que no milita, permitirá a Córdoba mantener tres equipos en competición. Los salesianos, que vienen a ocupar el vacío dejado por el Apedem Montilla tras su descenso a finales de la pasada campaña, compartirán cartel con los dos clásicos del fútbol de la ciudad, el Córdoba y el Séneca.

Los tres conjuntos parten con un único objetivo: amarrar la permanencia de la forma más desahogada posible, más si cabe teniendo en cuenta las dificultades pasadas el pasado curso para sellar la salvación. Eso sí, ninguno de ellos renunciará a nada en una competición que de nuevo tendrá como candidatos a copar las primeras posiciones a los filiales del Sevilla y el Betis.

El segundo equipo juvenil del Córdoba ha sido entregado a Paco Ortiz, un técnico que la pasada campaña quedó campeón de Liga con los infantiles cordobesistas y que tiene una amplia experiencia en categorías sénior. Los blanquiverdes mantienen una base importante del equipo cadete que la pasada campaña se coronó subcampeón de Andalucía, aunque han llegado refuerzos puntuales, sobre todo para la portería y la punta de ataque.

Antonio Larrea será el encargado de dirigir al Séneca, un equipo cuya columna vertebral estará formada por jugadores que llegan del cadete y los que permanecen en el equipo del pasado curso. Pese a todo, la dirección del club también ha buscado fichajes que den el salto de calidad al equipo.

El debutante Don Bosco buscará superar cuanto antes el proceso de adaptación de la mano de su técnico, un Emilio Morrugares que tratará de imprimirle su carácter ganador y su encomiable afán de trabajo. Los salesianos mantienen el grupo que logró el ansiado ascenso de categoría.

La competición arranca este fin de semana con duros partidos por delante. El Séneca visita el sábado al Xerez, el Córdoba hará lo propio el domingo con el Sevilla y el Don Bosco recibirá al Balón.