El último clavo del calvario de Gaspar

"Está siendo un año muy malo, tanto en lo deportivo como en el aspecto personal por las lesiones". Gaspar no oculta su amargura por una temporada para el olvido que vivió su último capítulo el pasado domingo con la lesión que sufrió ante la Ponferradina. El central, que no había jugado ni un solo minuto en 2013, fue la gran novedad en el primer once inicial de Esnáider formando pareja en la zaga con Armando. Su regreso al equipo tuvo un brusco y triste final al filo del minuto 40, cuando tuvo que abandonar el césped lesionado. Las pruebas posteriores confirmaron un fuerte esguince en el ligamento lateral externo del tobillo derecho que dejará al capitán fuera de combate entre cuatro y seis semanas. A falta de sólo ocho jornadas para el final, la baja podría suponer el adiós a la temporada de un jugador que el próximo 7 de julio cumplirá 34 años y que ante la Ponfe cumplió una bonita estadística: 200 partidos en Segunda División.

"Se presentaba un domingo bueno para mí en todo. Me acosté el sábado pensando en que sería un día bueno en todo, pero al final salió al revés. Hay días que es mejor no levantarse", señaló en los micrófonos de Canal Sur Radio. "Al final se complicó tanto que no salió bien ni en una cosa ni en otra. En lo colectivo perdimos un partido muy doloroso, y en lo personal me resentí del tobillo, así que quedé dolido por las dos cosas".

Fue el último clavo en una temporada que se está convirtiendo en un calvario para el capitán. Gaspar, que acaba contrato el 30 de junio, no ha recibido ninguna oferta para extender su compromiso, por lo que apura sus últimas semanas como blanquiverde. Todo tras un curso en el que comenzó como titular, pero que comenzó a truncarse en septiembre, en la visita al Alcorcón, cuando sufrió una rotura de grado dos en el bíceps femoral de la pierna derecha que le tuvo tres semanas de baja. Esa lesión le hizo perder el sitio en favor de Kiko Olivas, en un tramo inicial en el que los problemas físicos y las sanciones acabaron sacándolo de lo planes de Berges.

Gaspar fue teniendo apariciones esporádicas hasta el triste partido del 22 de diciembre ante el Recreativo, con aquella derrota por 0-2 que despertó los primeros pitos en El Arcángel. El central se sentó en el descanso dejando su puesto a López Silva y ya no volvió a vestirse más de corto hasta el pasado domingo.

Su via crucis comenzó en enero con unas molestias lumbares que le tuvieron un mes de baja. Cuando se recuperó, el capitán sufrió otra nueva lesión al pisar un hoyo del maltrecho césped de la Ciudad Deportiva durante un entrenamiento. Una tenosinovitis en el flexor del primer dedo en el tobillo derecho vino a amargar aún más unos meses en los que reconoció que "verme fuera del equipo se me hace doloroso, pero esto es fútbol. Muchos jugadores y compañeros han pasado por esto y no voy a quejarme".

El caso es que tras su fugaz regreso del pasado domingo, Gaspar acumula 917 minutos en sólo 12 partidos de los 34 que se han disputado hasta ahora. "Si puede ser me gustaría disfrutar de alguno antes del final de la temporada", dijo en Canal Sur. Sería una mínima alegría en una temporada para el olvido.