El tuerto, rey entre ciegos

Baloncesto l LEB Plata

El BC2016 enlaza su segunda victoria consecutiva tras derrotar al Coruña en un encuentro alocado · Ferrer lideró la remontada de un equipo sin chispa ni juego

Cisco López / Córdoba

29 de noviembre 2008 - 05:02

En el país de los ciegos, el tuerto es el rey. Y ese tuerto fue ayer el BC2016, un equipo aferrado a la garra, sustentado en apariciones individuales y agradecido a un Coruña que dilapidó en tres minutos horrorosos una ventaja de nueve puntos. Por todo eso, el cuadro bermellón celebra hoy su segunda victoria consecutiva -la cuarta del curso- y respira en una situación algo más cómoda de la que se hubiera encontrado de caer ante los gallegos. Cierto es que cuando uno está con el agua al cuello, lo único que importa es ganar. Pero no menos cierto es que el partido que brindaron cordobeses y coruñeses arrojó todas las miserias de dos equipos que, visto lo visto, están condenados a pelear hasta el final por eludir la zona de descenso.

El BC2016 volcó su juego en sus hombres interiores, lo que no significa que ganara la partida en la pintura, donde Mallory trataba de plantar cara al MVP de la Liga, Joseph. Porque Ricky Sánchez, en su estreno de titular en Vista Alegre, dejó patente que no es amigo de pelear en la zona; donde se siente cómodo es jugando por fuera, amenazando desde el triple. Suya fue la primera canasta, tras dos minutos infames, llenos de despropósitos. El que quiera caviar, que se aleje de Ciudad Jardín. Gomariz basa su dieta en platos consistentes, de esos que refuerzan las defensas. A base de ésta -ayudado por un equipo aúin más perdido- estiró pronto el marcador (12-4, min. 6), lo que obligó al Coruña a parar el partido. El tiempo muerto de Antonio Pérez no pudo ser más efectivo. Con Sánchez descansando, Gomariz ordenó una zona 2-3. El resultado: un parcial 2-7 que devolvió a los gallegos al partido (14-11).

Gomariz apostó entonces por Suka, Sosa, Calles y Aparicio. Los cuatro -especialmente los tres últimos y Expósito, que salió después- se encargaron de demostrarle al técnico que su calidad no es acorde a esta categoría. Que el traje de plata les queda grande. El Coruña aprovechó el regalo y dio la vuelta al marcador con Lino y Pereira como estiletes (19-23). Este inesperado cambio de guión llevó de nuevo a la pista a Ricky, que rompió la sangría y convirtió el duelo en un toma y daca -regado de más errores que aciertos- que se extendió más allá del paso por los vestuarios. A eso ayudó también la poca vista del BC2016, incapaz de sacar partido a la enorme ventaja de Ferrer sobre Seijo en el poste bajo. Es lo que tiene huir de la batalla en la zona, jugar siempre en los espacios abiertos.

Tras el intermedio, Mallory se quedó como la única referencia del BC2016. Demasiado poco para decantar un partido. Más si Ricky se suma a la nómina de desaparecidos en la que desde el inicio se apuntó Garrido. Por eso ayer se vio más a Calles que en todo lo que va de temporada. Quien sabe si aquel triple ganador fallado ante el Vigo aún merodea por su cabeza. Pero con todo lo mal que lo estaba haciendo, el equipo bermellón siguió vivo porque su rival demostró que tampoco está para tirar cohetes. El Coruña se mantenía a base de triples (4 de Arzallus y 1 de Seijo en este cuarto). Eso le bastó para, en los compases finales del tercer parcial, estirar su renta (47-54).

Gomariz volvió a mover ficha y dio la dirección a Suka, su hombre de confianza. La defensa mejoró, pero la fluidez del ataque siguió igual. El único argumento pasó a ser la inspiración personal. Pero cuando la mente se ofusca o el horizonte se hace negro por obra y gracia de Joseph (7 gorros geniales), sólo queda rezar. De la Fuente dio la máxima renta gallega con un triple (50-59, 35') y el BC2016 se vio obligado a parar un partido que se le iba de las manos. Era todo o nada. Mallory seguía a lo suyo y contagió mínimamente a sus compañeros ante el ofuscamiento gallego desde el perímetro (55-61, 37'). Entonces a Gomariz le dio un ataque de entrenador y sentó al que era su mejor hombre. Pero las consecuencias fueron un parcial 8-2 que dejó el partido empatado a falta de minuto y medio (63-63). Entonces, por fin Ferrer se metió dentro, ganó la partida a Seijo y selló la remontada con cuatro puntos consecutivos. El BC2016 ya sabe lo que es enlazar dos victorias consecutivas. Pero para alargar la racha hace falta bastante más.

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