Un tren que no puede dejar pasar

El conjunto celeste recibe a un rival herido en una oportunidad de oro para sacar la cabeza del descenso

Santacruz disputa un balón aére con un jugador del Cádiz.
Santacruz disputa un balón aére con un jugador del Cádiz.
Rafael Cano Córdoba

03 de mayo 2015 - 05:02

En la vida hay trenes que uno no puede dejar pasar, porque sólo están al alcance una vez. No existe una segunda oportunidad. Y el Lucena se encuentra ante esa tesitura en su pelea por la permanencia en Segunda División B. Los celestes reciben en el Ciudad de Lucena a un rival de enjundia dentro del Grupo IV. Ni más ni menos que al Real Jaén, un recién descendido de Segunda División que llegó de nuevo a la categoría de bronce con la intención de regresar al fútbol profesional en apenas un año. Un rival al que en otro momento habría que temer, pero que ahora se presenta como una buena oportunidad para el Lucena, toda vez que los jiennenses parecen haber enterrado ya cualquier opción de acercarse al play off de ascenso y piensan ya en la planificación de la nueva temporada, en la que esperan no volver a fallar en su intento de ascender.

A pesar de que ambos conjuntos han peleado esta temporada por objetivos opuestos, el final de temporada está siendo lento y agónico para lucentinos y jiennenses. El equipo que ahora entrena Falete, por el hecho de estar jugándose la permanencia durante tantas semanas, compitiendo en el filo de la navaja y con una losa económica importante, pues los impagos no cesan. El Real Jaén de Rafa Berges, por su parte, vive unas semanas amargas ahora que alcanzar la promoción de ascenso parece una utopía irrealizable. A los futbolistas blanquillos, con la cabeza puesta ya en el futuro, se les está haciendo eterno el final de liga.

Dados esos condicionantes y el buen tono que el Lucena siempre muestra en casa, la ocasión es inigualable para que el conjunto celeste logre sacar la cabeza de los puestos de descenso antes de las dos jornadas finales. La distancia sigue siendo de un punto y Falete calcula la salvación en unos 44, lo que obliga a su equipo a vencer en dos de los tres partidos que le restan, de los que dos serán en su feudo. De ahí la importancia de un choque a la que el Lucena llega muy mermado por las bajas. A las ya consabidas de José Hermosa y Pepe Díaz se une además la de Santacruz, que deberá cumplir un partido de sanción. Jony Lomas, que se retiró lesionado el pasado domingo del duelo ante el Betis B, entró en la lista y podría partir de inicio, mientras que Sarmiento -que esta semana formalizó lo que era un secreto a voces, su marcha del club a final de temporada- también ha sido citado aunque su titularidad es más complicada.

Del varapalo sufrido ante los verdiblancos (6-0), el Lucena debe levantarse con hombría. Ya lo hizo en las tres ocasiones en las que esta temporada encajó seis tantos, logrando después dos victorias y un empate. Un precedente que anima a pensar que será capaz de agarrar el tren de la permanencia justo a tiempo. Todo lo que no sea imponerse al Real Jaén obligará a los de Falete a luchar a contracorriente.

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