"No tenemos otra solución que basarnos en ser una familia"

Juan Antonio Albacete Anquela (Linares, Jaén, 11-9-1957) es de los pocos entrenadores profesionales que parecen humanos. Contesta al teléfono después de cumplir con su cita diaria con el gimnasio y no puede ocultar la ilusión que le provoca su labor. Por esa vocación se muestra agradecidísimo a la Providencia. El domingo estará en El Arcángel -campo donde actuó como local en los ochenta- con su sorprendente Alcorcón.

-Menuda temporada...

-No nos podemos quejar, la verdad, aunque todavía nos queda por dar un último paso.

-Su equipo está a 13 puntos del descenso y a cuatro del play off. ¿Le da vértigo?

-Vértigo no. Me da respeto y me hace sentir muy feliz de ver lo difícil que se lo ponemos a otros equipos. Hemos cogido una ventaja muy importante y ahora no podemos desaprovecharla.

-Hace poco explicó que los tres años que lleva en Alcorcón han sido "una bendición" para usted. El sentimiento, con todo lo que ha conseguido, será mutuo...

-Sí, creo que es mutuo, pero tengo que decir lo que puedo pensar yo. Lo que piensa el resto... Es como lo que decían en la mili, aquello de que la valentía se presupone.

-Manu Herrera ha dicho de usted esta semana que es "un padre" para ellos. ¿Es ésa la clave del éxito?

-Es que no tenemos otra. Me alegro de que diga eso, pero no tenemos otra solución, tenemos que basarnos en ser una familia que en los momentos malos nos juntamos y en los buenos lo celebramos juntos.

-Pero reconocerá que en el fútbol hay profesionales a los que habría que castigarlos sin postre...

-(Risas) No sé. Creo que en líneas generales hay muy buenos profesionales en este país, pero yo tengo que preocuparme de lo mío.

-Uno ve Santo Domingo y se pregunta si este deporte va sólo de dinero...

-Nosotros somos la excepción. De cualquier modo, sabemos que no podemos pensar de otra manera. Estamos viviendo un sueño que queremos que nos dure.

-Y en ese sentido, ¿qué opina de la cantidad de clubes que se acogen en los últimos tiempos al concurso de acreedores?

-Me pongo en la piel de los profesionales y me siento mal. Con la Ley Concursal se evitan ciertas cosas, pero no nos permite competir a todos al mismo nivel. Se debería hacer como en otros países: que el que no cumpla descienda.

-Por su amor a su profesión da la sensación de que usted sin fútbol, esto lo dijo Gullit, sería "como un recién nacido sin chupete".

-Bueno, hay recién nacidos que no tienen la suerte de tener chupete. El fútbol lo es todo para mí. Llevo en un vestuario profesional desde los 18 años y le tengo que dar gracias a Dios por lo que me ha dado.

-Su Alcorcón va estupendamente, pero como visitante es demasiado cortés.

-(Risas) Sí, demasiado. Pero... ¡Qué remedio! Jugamos contra equipos muy buenos y es muy difícil. Lo más raro es lo que hacemos en casa, donde tenemos unos números increíbles. Si hiciéramos lo mismo fuera... sería para reír durante mucho tiempo.

-El domingo volverá al Arcángel después de muchos años.

-Sí, y cada vez que voy a Córdoba las sensaciones son muy buenas. Futbolísticamente no fueron años buenos, pero en lo personal sí. Además, de allí me llevé a mi hija, así que imagínate.

-¿Le ha dicho algo López Murga, con quien coincidió en Elche?

-No. Hace tiempo que no le veo. A Iñaki le profeso un gran respeto, es muy honrado y trabajador.

-Además, su segundo técnico (Manolo Cano) es cordobés...

-Es cordobés, y a bien que lo lleva.

-¿Se parece en algo el Córdoba en el que usted jugó con éste?

-No. Entre otras cosas porque entonces jugábamos en otro campo, no como ahora en este tan bonito (aunque esté todavía sin terminar). Otra diferencia es que entonces queríamos subir a Segunda y ahora el Córdoba está ya ahí. Ahora mismo parece ser que los momentos que viven allí son complicados, pero yo creo que va a salir adelante y un año de éstos se meterá arriba, porque hay afición, campo y, sobre todo, ciudad.

-¿Y en qué se parece este Córdoba a un aspirante al ascenso? ¿Y a un candidato a salvarse de bajar?

-Se parece a todos. Esta categoría es complicada. Si te nombro la situación de Tenerife, Salamanca... Ganar en Segunda no se logra sin esfuerzo, y si a un equipo le pilla una racha mala y no le salen las cosas... Hay que mirarlo con prudencia, pero no descarto nada. Quedan diez partidos. En mi caso, yo digo aquello de "virgencita, virgencita, que me quede como estoy".

-¿Qué espera del partido en El Arcángel?

-Que será muy complicado. El Córdoba sabe bien su oficio, tiene muy pocas fisuras, trabajan mucho y muy bien. Así que... a sufrir como siempre y a ponerle ganas.

-¿Se da cuenta de que acaba la entrevista y aún no le he preguntado por lo del alcorconazo al Madrid?

-(Risas) Sí, pero bueno... Me siento muy orgulloso de eso y nosotros le debemos mucho a todo aquello. El Alcorcón como equipo tiene un antes y un después de esa eliminatoria.