¿Habrá sol en Riazor? (1-1)

Copa del rey

El Córdoba obtiene un resultado esperanzador para la vuelta del 5 de enero al nivelar el gol de penalti de Riki gracias a Pepe Díaz · La lluvia desluce la visita de un clásico en octavos

Agus arrebata el balón a Laure. / EFE
Agus arrebata el balón a Laure. / EFE
Raúl Díaz / Córdoba

Córdoba, 21 de diciembre 2010 - 23:18

La eliminatoria se resolverá en Riazor. El Córdoba y el Deportivo empataron a uno en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey y se jugarán el pase en La Coruña dentro de dos semanas. Ya en 2011, dos equipos que ayer lucharon contra la adversidad climatológica se reencontrarán con el propósito de seguir avanzando en una competición que depara partidos vibrantes como el de ayer. Batallas para la historia. Riki, de penalti, y el siempre corajudo Pepe Díaz firmaron las tablas con Pietro Lo Monaco y Alessandro Gaucci en el palco. Todo será diferente el año que viene.

Había agua y había barro, sobre todo en la zona ancha y en las áreas pequeñas, pero se podía jugar. A pesar del desgaste del sábado ante el Valladolid, con un césped que se fue encharcando hasta parecer una piscina, Alcaraz apenas introdujo tres novedades en el once: Agus por Camille en el lateral izquierdo, Usero por Jonathan Sesma por delante y Charles, sustituto de Oriol Riera, arriba junto a Pepe Díaz. Por su parte, Lotina sólo mantuvo a dos de los tres centrales (Lopo y Aythami) y al fantástico mediocentro Rubén Pérez en relación al equipo que había opuesto al Sporting (1-1 en casa) en la cita anterior.

Usero fue el primero en asomarse desde su novedosa ubicación como interior izquierdo. Sin Arteaga y con Jonathan Sesma en el banquillo, el de Brazatortas trataba de reivindicar su polivalencia tras ir de más a menos esta temporada y no convencer como segundo punta en Granada ni Sevilla. Asimismo, desde el costado podía echar una mano a Alberto Aguilar y Jorge Luque en la pugna en el medio. Ninguno de ellos fue capaz de detener a Lassad, que se movió entre líneas y asistió a Riki en la jugada que inauguró la ronda: recorte ante Richy, salida acelerada de Alberto García y penalti porque el portero tocó balón, pero también al contrario. El propio Riki, que antes no había embocado un cabezazo a centro de Laure, aprovechó la controvertida decisión de González González -desde entonces situado en la diana de la ira de los escasos espectadores- con un zurdazo marca de la casa.

El Córdoba reaccionó con furia ante lo que consideraba una injusticia. Y pudo igualar en un córner, ya que Agus empaló el balón muerto en pleno barullo. Pero el Depor, obviamente mejor dotado técnicamente, avanzaba triangulando. Alberto se lució en un derechazo de Juan Rodríguez desde la frontal. Desmarets y Lassad se asociaron para buscar a Riki en su última acción: un testarazo, una pena máxima forzada y transformada, una lesión y ese taconazo en media hora. Entró Adrián, talento de las categorías inferiores de la selección española.

Con un salto imponente, Usero remató un centro de Juanmi Callejón. El motrileño acaparaba mucho juego por la derecha y metía roscas al servicio del resto. Entre ellos, Charles, que tenía la sangre caliente en su regreso a la alineación después de dos jornadas inédito. El CCF apretaba con la energía que le insuflaba la grada y el Deportivo contemporizaba al ritmo de Rubén Pérez, el formidable internacional sub 21 cedido por el Atlético de Madrid.

De repente, la media de edad de los blanquiverdes menguó considerablemente. Gerardo, con molestias en las últimas semanas, sólo aguantó hasta el minuto 42. Se marchó, con sus 36 años, para dar la alternativa al veinteañero Fernández. El lateral diestro del filial no olvidará este típico compromiso copero jugado sobre un barrizal que alcanzó el descanso con un cabezazo franco de Usero en una falta lateral ejecutada por Jorge Luque. Camino de los vestuarios, Alberto García intentó convencer al colegiado de que era inocente. Ni caso.

Volvió a llover en el intermedio. Ya la hierba era casi tan marrón como verde, y lo peor estaba por llegar. Los dos conjuntos retornaron con chispa, ya que Pepe Díaz y Juan Rodríguez, tras dos precisos pases de Alberto Aguilar y Adrián, respectivamente, rondaron el gol. Alcaraz había renovado el sistema táctico en la caseta: Usero y Jorge Luque por delante de Alberto Aguilar y Charles tirado a la izquierda. Sin embargo, el ex del Pontevedra cedió pronto (57') su plaza a Jonathan Sesma en una medida encaminada a aportar más profundidad.

Pepe Díaz se las tenía tiesas con el asistente, que siempre le llevaba la contraria. El de Almodóvar combinó con Callejón para que el granadino metiera un centro de los suyos. El Arcángel terminó de corroborar que los suyos estaban apretando con una impetuosa cabalgada de Fernández. Mientras, el Depor sólo replicaba con la pausa de Rubén Pérez y el peligro de Lopo a balón parado. Pablo Álvarez había suplido a un atacante fino, Lassad, y Zé Castro nos privó de la deliciosa oportunidad de ver a Valerón con el tercer percance de la noche. Lotina llamó a Rochela.

Quedaba un cuarto de partido, un octavo de eliminatoria. Y la cortina de agua era majestuosa. En ésas, Callejón burló a Seoane con un caño y provocó y botó una falta, Manu falló en la respuesta y entre Pepe, Usero y el fuste de El Arcángel se registró el empate.

El diluvio ya tenía el campo como contra el Valladolid. Una barbaridad. El Córdoba siguió achuchando y la zaga deportivista dudaba. Bajo la segunda mojada de campeonato, sólo tres días después de la original, el combinado gallego no parecía gallego. Los jabatos de Lucas se sentían más cómodos. Y el técnico dio una vuelta de tuerca con Oriol Riera, otro delantero, en detrimento de Luque. Usero retrocedió unos metros.

Alberto repelió un chut sin ángulo de Desmarets, concediendo un córner que acabó en un tanto anulado por falta previa. Ya restaban cinco minutos y, aunque la lluvia había remitido, las piernas pesaban. Seguramente algunos miraban a las vacaciones con el rabillo del ojo. Desde luego, no Díaz, que puso en aprietos a Manu al pelear como si fuera el último un balón atrapado en un charco.

Todo apuntaba a las tablas cuando un pelotazo de Seoane dejó a Adrián solo ante Alberto García, pero el meta desvió el tiro en carrera y al primer toque. Otra jugada similar se sucedió en el área contraria: Pepe Díaz se dejó atrás una pelota apetitosa pero se rehízo para habilitar a Jonathan Sesma, que acomodó el cuerpo y golpeó con el interior del pie izquierdo... a la parte superior de la cruceta. Así que en Riazor, en la víspera de Reyes, habrá que marcar y no perder para cruzarse con el Almería o el Mallorca en cuartos.

stats