Un hombre que volvía ayer al equipo tras un mes ausente, Eduard Campabadal, apareció en zona mixta tras el choque para comentar sus sensaciones. El catalán reconoció en cuanto a su labor personal que "físicamente me ha costado, porque después de un mes sin jugar el cuerpo se resiente, pero dentro de lo que cabe hemos competido todos y eso me ha ayudado a mí". Sobre su vuelta al equipo, el joven defensor comentó que "durante la semana lo vas sabiendo; el míster ha decidido que entrase y yo me limito a intentar hacer las cosas lo mejor posible".

Sobre el choque en sí, el lateral derecho aseguró que su equipo "luchó, hemos estado cerca, tuvimos el 2-1 pero no lo hemos marcado y al final su segundo gol, que es de suerte creo yo, nos mata".

A Campabadal se le cuestionó también por la delicada situación clasificatoria del equipo, a lo que el catalán sacó el lado menos malo: "Al final tu no tienes que mirar los puntos, hay que ir a muerte en todos los partidos y salir a ganarlos todos". El siguiente de esos partidos será en Barcelona ante el Espanyol, un duelo del que Campabadal espera que su equipo exponga "intensidad", para así "intentar sacar los puntos porque para nosotros es un partido importante en el que podemos coger moral".

Y otro que entró en el equipo, este para debutar en Primera División, fue Mikel Saizar, que tras el choque se mostró "contento por el debut", aunque reconoció que era "una pena haber perdido el partido". El meta vasco desveló que Djukic le avisó de su titularidad "a principio de semana y la verdad es que ha sido una semana ilusionante, aunque he trabajado como otra más".

Sobre la desafortunada jugada del segundo gol, Saizar apuntó que Piatti "le ha dado tan mal que no he podido hacer nada. Ha subido el balón mucho y entre los focos y el resto pues no he podido verla".

Pese a todo, su valoración del equipo fue positiva: "Desde Sevilla la semana ha sido dura porque no estuvimos bien. El equipo ha dado la cara, la afición se ha puesto con nosotros y ha habido diez minutos de jugar con los pelos de punta". Es por eso que reconoció que en el vestuario estaban "jodidos, porque hemos trabajado muy bien", aunque señaló el de ayer como "el camino a seguir; todavía tenemos que dar mucha guerra".

El guardameta se refirió ya al choque de Cornellá del viernes, un duelo en el que "hay que jugar como mínimo para puntuar; ellos están en buena dinámica, perdieron ayer pero recuperan hombres para el viernes". Y desveló además que en el vestuario tienen "muchas ganas de que llegue el partido para ir a ganar".

Para terminar, el meta vasco bromeó sobre lo que ha tardado en debutar en la élite: "32 años, imagínate... la hostia. Con 32 años no debutan en Primera muchas personas", comentó en tono de broma, aunque reconoció estar "muy contento por eso y tengo que agradecerlo a todos los que me han ayudado a llegar aquí". Ahora, si Djukic tiene a bien darle continuidad en el equipo, el vasco será, según él mismo apuntó, "el tio más feliz del mundo".