Fútbol · Segunda División B

La reválida acaba de comenzar

  • El Lucena regresó ayer al trabajo con once caras nuevas y dos franceses a prueba

Tocaba el regreso al trabajo. Lo bueno ya había acabado. La remozada plantilla del nuevo Lucena volvió ayer a los entrenamientos con el objetivo en el horizonte de repetir la exitosa campaña del pasado año en el año de su reválida en Segunda B. Hasta once caras nuevas y dos franceses -Kitumba y Cesto- se dieron cita en el reencuentro.

Antonio Montero Nene, el preparador aracelitano, ejerció de maestro de ceremonias. A las seis y media de la tarde citó a los jugadores en la Ciudad Deportiva para arengarles acerca de sus intenciones en la presente pretemporada, al tiempo que procedió a las pertinentes presentaciones dentro de un plantel con tan sólo nueve integrantes supervivientes del pasado curso.

El técnico malagueño estuvo departiendo con sus discípulos por espacio de media hora. Una vez concluida la alocución, comenzó el trabajo duro. Los futbolistas se pusieron en manos del preparador físico Juan Mudarra, otra de las novedades de la presente campaña dentro del combinado provenzal.

Ya con la ropa de trabajo, los jugadores saltaron al césped sintético del recinto deportivo lucentino. Tras los estiramientos de rigor, con el objetivo de desentumecer los músculos, el grupo realizó varias series de carrera continua. Además, Mudarra programó varios ejercicios físicos de escasa intensidad.

Entonces, el balón tomó el protagonismo de la sesión. Nene comenzó a planear varios ejercicios con el esférico, para aliviar la tensión muscular, que culminaron con un partido de corta duración en el que el técnico tomó nota de las evoluciones de Kitumba y Cesto, los dos jugadores a prueba.

A partir de hoy la escuadra se ejercitará en dobles sesión, -8.30 y 19.00-, al tiempo que comienzan los reconocimientos médicos en el Centro Andaluz de Medicina del Deporte en Córdoba.

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