Otra remontada a un pobre Villarreal

Hay triunfos que hacen crecer a un club y el que ayer se llevó el Leganés ante el Villarreal es uno de ellos, por las consecuencias del mismo y por cómo lo logró ante un contrario ya asentado entre los grandes.

Afrontaban los locales un encuentro importante, ya que les daba la opción de romper una racha de cuatro derrotas ligueras consecutivas y de acercarse a los puestos europeos en caso de triunfo. Para ello, Garirano dispuso una defensa en la que Raúl García compartió el eje junto a Bustinza. En el Villarreal, la cita suponía una buena oportunidad para resarcirse de la dolorosa remontada sufrida ante el Sevilla.

Tras un primer tiempo en el que lo único que resaltó fue la lesión de Bacca, afortunadamente los equipos salieron con otro aspecto tras el intermedio. Eso permitió al Leganés gozar de varias situaciones a balón parado en los instantes iniciales y a Bakambu disponer de su primera opción importante.

Se podía intuir que el tanto llegaría antes o después, y así sucedió. Fue en una jugada aislada que comenzó en una acometida del anfitrión. Robaron los castellonenses y el esférico lo recibió Trigueros, que convirtió la nada en un pase de 40 metros para la carrera de Raba. Éste arrancó en campo propio, evitando el fuera de juego, y superó a Raúl García en la carrera y a Cuéllar en la salida.

Sin embargo, el Leganés es un equipo poco dado a bajar los brazos y a venirse abajo en los momentos de adversidad. Una vez más, volvió a demostrarlo. Lo hizo dando un paso hacia adelante que tuvo merecida recompensa con la remontada gracias a los goles de Diego Rico, El Zhar y Gabriel. Fiesta total en Butarque y otra decepción para el Villarreal.