La gran familia del balonmano cordobés se reunirá esta mañana (12.30, Vista Alegre) para recordar a Rafael Villalba, uno de los suyos, uno de los nombres imprescindibles en la pequeña historia de este deporte en la provincia. Puede que llegue tarde, dos años después de su fallecimiento, pero el destino ha querido que su homenaje llegue en un momento de renacimiento del balonmano en Córdoba, y con la selección nacional como invitada de lujo en una fiesta en la que la nostalgia por el recuerdo al amigo se mezclará necesariamente con la urgencia del futuro inmediato.

Porque más allá del factor emotivo, el encuentro encierra suficientes ingredientes para resultar atractivo. España arranca su preparación para el Preolímpico de París, en el que tendrá que subsanar el enorme embrollo en el que se metió tras su noveno puesto en el pasado Europeo de Noruega. Campeona del Mundo en 2005 y con dos medallas olímpicas en las tres últimas citas, la selección no tiene sitio asegurado en Pekín. Así que si quiere tener un futuro acorde a su reciente pasado, al equipo de Juan Carlos Pastor no le queda otra que ganarse el puesto dentro de una semana en el Omnisports de París-Bercy.

Islandia pondrá a prueba una selección con cierto tono experimental y con varios jugadores en pleno proceso de recuperación. Raúl Entrerríos, David Davis y Garabaya apuran los plazos, algo que no pudo superar el pivote Rolando Uríos, que no estará en París después de no superar sus problemas de menisco.

"Islandia es un rival con caché, representante del estilo nórdico que nos servirá para hacer pruebas", comentó Pastor. Es el primer paso del futuro, el último recuerdo para Rafa Villalba.