Los récords rebosan en el 'Cubo de agua'

16 marcas mundiales se han batido hasta el momento, lo que genera debate · El bañador Speedo, foco de atención

La italiana Federica Pellegrini celebra su récord en los 200 metros libre.
La italiana Federica Pellegrini celebra su récord en los 200 metros libre.
Dietmar Fuchs (Dpa) / Pekín

14 de agosto 2008 - 05:02

Los récords del mundo rebalsan el Cubo de Agua. Pese a que aún quedan cuatro días para que el domingo se complete la natación en los Juegos Olímpicos de Pekín ya se han batido en lo que va de año 66 plusmarcas.

Esa tendencia se está manteniendo en los primeros cuatro días de finales de natación en el futurista Cubo de Agua de Pekín, donde se han visto ya 16 récords del mundo, una cifra que bate con comodidad el récord de diez en Montreal 1976.

¿Doping? ¿Nuevas tecnologías? ¿Nuevos descubrimientos científicos? En la orilla de la piscina olímpica hay muchos intentos de explicación.

"Lo que ocurre aquí no puede ser normal desde el punto de vista estadístico", señaló el entrenador del equipo alemán de natación, Orjan Madsen. "Una de las razones es seguro el nuevo traje de baño", agrega Madsen sobre el invento de la firma Speedo que ha revolucionado la natación desde su aparición en febrero de 2008.

"Los nadadores top tienen un instinto asesino", asegura Dirk Lange, técnico de Suráfrica. Todo eso se mezcla para hacer posible relevos como el de los estadounidenses en los 4x100 metros libres, que con Michael Phelps en sus filas mejoraron el récord del mundo en casi cuatro segundos, y casi cinco ayer en los 4x200 libre.

Los estadounidenses han trabajado durante muchos años con el instituto George Washington para ofrecer a sus nadadores el golpe de pierna perfecto. Ha dado resultado en Phelps, que por su anatomía y todo el resto de características es el nadador más completo del presente. Su aceleración en el cambio de lado al final de cada largo de piscina resulta increíble.

Pero a las estrellas y los giros perfectos se suma la elevada capacidad de deslizamiento de los nuevos bañadores. El técnico italiano Alberto Castagnetti consideró al traje LZR Racer de Speedo, producido con ayuda de la NASA, como "doping tecnológico".

Mark Spitz, siete veces campeón olímpico en los Juegos de Múnich 72, tiene otra opinión. "La polémica del traje es una pérdida de tiempo. Si uno piensa realmente que el traje es lo que hace que Phelps vaya rápido es que piensa que todo el que lo llevara iría rápido. Si yo me pongo la ropa de Tiger Woods, ¿jugaré como lo hace él?", aseguró la leyenda olímpica, que podría ser superada por Phelps si bate los ocho oros que pretende en Pekín.

Una parte del éxito del traje es la seguridad mental que proporciona el traje a los nadadores. "En todas estas discusiones no se debe olvidar que un traje no nada por sí solo, sino que hay una persona dentro que tiene un buen o un mal día y que puede entrenar bien o mal", relativizó la alemana Britta Steffen.

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