Al que quiere peces, le toca mojarse

"El que quiera peces, que se moje el culo". El refranero, tan sabio como siempre, viene pintiparado para un Lucena obligado a recuperar su marcha triunfal para seguir aspirando a todo tras el frenazo sufrido en los dos últimos partidos. Enfrente tendrá a un Arroyo que aún tiene el cero en el casillero de puntos a domicilio, por lo que la ocasión la pintan calva. Falete recupera a Pepe Díaz, la mejor noticia para un equipo cogido con pinzas y con serios problemas para perforar la portería enemiga.

La reciente visita a Albacete supuso un parón a la inmaculada racha de un Lucena que acumulaba ocho partidos invicto (5 triunfos y 3 empates). Una marcha que le permitió huir con rapidez de los puestos peligrosos de la clasificación y postularse, un año más, como candidato a vivir entre los mejores. Un subidón para una afición a la que le costó más de lo debido entender el enésimo cambio de proyecto, pero que ya empieza a creer en los suyos. Eso sí, no estaría de más que hoy lo demostrará acudiendo al estadio, pues la rebaja a 5 euros de las entradas de preferencia llevada a cabo por la junta gestora son un reclamo para que el Ciudad de Lucena se acerque a los 2.000 espectadores.

Entre otras cosas porque los celestes van bien en casa. Ha saldado sus seis citas con tres victorias y tres empates. Un aval notable a la hora de recibir al peor visitante de todo el grupo. El Arroyo ha caído en sus seis salidas, aunque hay un dato que debe poner sobre aviso a los lucentinos: todas sus derrotas, salvo en el Carranza, han sido por la mínima, lo que refleja que es un grupo competitivo. No en vano, tiene ex jugadores de Primera como el meta Juanma, o los centrocampistas Abel Buades y Bezares, además del cordobés José Gutiérrez (Pozoblanco) y el ex lucentino Juanjo.

Falete, conocedor de la categoría y amigo de no complicarse la vida más de la cuenta, ha puesto ya en alerta a los suyos. Un grupo en el que esta semana ha vuelto a trabajar con normalidad Pepe Díaz, por lo que el cuco será de la partida y, posiblemente, formando parte del once inicial. El resto, los mismos que tan buen rendimiento están dando en las últimas semanas, los encargados de transformar los nervios del principio de curso en las alegrías de los últimos tiempos.