Un inicio esperanzador. El Itea Córdoba y el Deza CBM arrancaron sumando la temporada en el Grupo D de División de Honor Plata Femenina. Las fuensantinas se impusieron con autoridad al Universidad de Granada (30-38), mientras que las granates se quedaron sin triunfo tras encajar un gol de penalti del Málaga Norte cuando ya estaba el tiempo cumplido (22-22). Un gol que dejó una sensación agridulce al equipo de Mario Ortiz, que estuvo cerca de dar la primera gran sorpresa.

Sin partidos de pretemporada a la espalda, los primeros minutos para el Itea fueron como una especie de tanteo, de conocerse a sí mismo. Con todo, siempre fue por delante en el marcador liderado por Auts a la hora de construir las acciones de ataque y secundada en el plano goleador por todas las jugadoras empleadas por Rafa Moreno. Mientras, en defensa, el técnico cordobés optó por una 5-1 que aún tendrá que ir ajustándose con el paso de los partidos.

El 0-2 de salida fue neutralizado por las locales, si bien el Itea Córdoba se repuso rápido con un nuevo parcial de 1-4 que le llevó a establecer la primera frontera real de la contienda con el 3-6. Y en esos parámetros se movió la mayor parte del primer periodo, aunque a Rafa Moreno no terminó de gustarle la situación y en el minuto 20 pidió un tiempo muerto con la intención de encarrilar el partido.

El conjunto fuensantino no quería dar vida al Universidad de Granada y Moreno puso en el avanzado a Bonazzola, una medida que le dio réditos hasta el punto de distanciarse de cinco (9-14). Y esa renta la supo llevar hasta el tiempo de descanso con un 15-20, que hablaba del potencial ofensivo del equipo de La Fuensanta.

Las jugadoras del Itea Córdoba celebran su triunfo en Granada.

Para asegurar los puntos, el Itea Córdoba se debía limitar al intercambio de golpes, aunque también un despegue podría propiciar reparto de minutos en el tramo final. El caso es que pasito a pasito, la renta iba creciendo en el marcador. Camila Bonazzola y Lucía Vacas sacaban brillo a su velocidad con acciones de desborde para llevar al Itea a un máxima de nueve goles (22-31) a 15 minutos del final. A pesar de los intentos locales -llegaron a ponerse a cuatro goles-, las fuensantinas aguantaron el tipo y se apuntaron el primer triunfo.

El Deza CBM, sin un merecido triunfo final

Por su parte, el Deza Córdoba BM se fue de Antequera con una sensación agridulce, al quedarse sin un merecido triunfo. El partido fue bastante igualado en líneas generales, con alternativas para los dos equipos, pero sin ventajas superiores a los tres tantos. La primera mitad, aún equilibrada, fue de color malagueño. Las locales se hicieron con la iniciativa en el marcador hacia el minuto quince, tomando tres de renta.

A pesar de esta circunstancia, las cordobesas supieron mantener la cabeza fría, más si cabe cuando recibieron una doble exclusión, y supieron aguantar bien el momento de crisis para irse a vestuarios con un tanto de desventaja (11-10). La segunda parte fue diferente porque el Deza CBM fue dominador. Las granates salieron a la pista con ganas de voltear la situación y mejoraron sus prestaciones, especialmente en ataque, consiguiendo anotar más fácilmente ante una defensa malagueña que ya no era tan efectiva.

Con María Castro aportando en portería y Ariadna como estilete ofensivo, las cordobesas se pusieron por delante en el marcador, obligando al técnico local a reaccionar ante un 16-18 a falta de 14 minutos. Todo parecía ir rodado con un Deza CBM lanzado hacia su primera victoria, pero, con el partido casi ganado, una mala decisión de lanzamiento dio opción al empate malagueño con ocho segundos por jugarse. Los colegiados señalaron roja descalificante a Ariadna y siete metros, dando la opción a Daniela Jerónimo de igualar el partido.