Los problemas de Río'16
El viento y los altercados de violencia urbana en la capital fluminense centran la atención durante las tres jornadas que se llevan disputadas
El viento que sorprendió ayer a Río de Janeiro y los viejos conocidos altercados de violencia urbana en la capital fluminense están entre los principales problemas que se presentaron en el primer fin de semana de pruebas de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El viento fue tal vez el principal y menos esperado de los percances, que si bien no llegan a empañar el clima festivo que se vive en los primeros Juegos Olímpicos que se celebran en Sudamérica, perturban al público, atletas y delegaciones y le dan un dolor de cabeza tras otro a los organizadores. Las ráfagas de viento que llegaron a hasta 70 kilómetros por hora obligaron a suspender ayer las pruebas de remo que se realizarían en la Laguna Rodrigo de Freitas, y a retrasar la mayoría de partidos de tenis. Entre los atletas afectados por el cambio forzado de horarios están las estrellas del tenis, como Rafa Nadal y el actual campeón olímpico, el británico Andy Murray, quienes debutaron ayer en Río 2016, y el actual número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, quien debutó en individuales tras jugar en la víspera ya los dobles. El viento fue inesperado, según dijo a dpa el presidente de la Confederación de Remo de Brasil, Edson Pereira. "Eran muy bajas las probabilidades de que se registraran vientos tan fuertes", dijo el dirigente, quien afirmó que la cancelación de las 24 series clasificatorias previstas para ayer no afectará el desarrollo de las competencias olímpicas, puesto que hay fechas reservadas para enfrentar imprevistos.
Paralelamente, el tema seguridad se perfila como uno de los debes de los organizadores de los Juegos de Río. Son varias las denuncias de atracos y robos en las calles, pese al gigantesco operativo de defensa y seguridad, que involucra a 88.000 agentes de las policías civil, militarizada y federal, de la Fuerza Nacional y las Fuerzas Armadas.
Una de las víctimas de la violencia que se vive en las calles fue el ministro de Educación de Portugal, Thiago Brandao Rodrigues, quien fue asaltado en la noche del sábado cuando caminaba por la turística playa de Ipanema, en el sur de la ciudad. Horas después se supo que el político y su esposa fueron asaltados por un joven de 26 años.
Asimismo, un incidente ocurrido en el barrio de Deodoro, en el oeste de Río, está rodeado de misterio. Una bala fue encontrada el sábado en los alrededores del Centro Olímpico de Hípica. El proyectil llegó a perforar la lona que cubre el centro de prensa montado en esa sede olímpica. Al respecto, el ministro de Defensa, Raúl Jungmann, dijo ayer que la principal hipótesis que se maneja es que la bala haya sido disparada desde una favela cercana. Se presume que algún delincuente hizo el disparo al sentirse intimidado debido a que había drones sobrevolando la región, indicó Jungmann, citado por el portal G1, del grupo Globo.
"La seguridad en la región en la que se localiza la sede olímpica fue reforzada y el patrullaje en la región fue reforzado rápidamente por la Fuerza Nacional y la policía militarizada de Rio de Janeiro", indicó a su vez la cartera, el sábado. Pese a los problemas de seguridad, el portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Mark Adams, rechazó ayer firmemente los comentarios respecto de que Río de Janeiro no debería haber sido elegida como sede de la cita deportiva.
"Por supuesto que tendremos de todas maneras nuestros primeros Juegos en Sudamérica. No son algo exclusivo de Europea central o de Estados Unidos. Lo que pasó es lamentable, pero no debería impactar en la imagen general", dijo Adams, quien subrayó que en Río se duplicó la cantidad de efectivos de seguridad en comparación a Londres 2012.
Y los problemas no terminan ahí. Después de que el sábado, primer día de competiciones, se registraron enormes filas en la entrada al Parque Olímpico localizado en Barra da Tijuca, en el oeste de la ciudad, hoy ocurrió lo mismo en la playa de Copacabana, donde las filas llegaron a 600 metros y la demora para ingresar a la sede de las competiciones de voley-playa llegó a media hora. En ambos casos, las filas tuvieron que ser soportadas bajo un sol abrasador, y muchos aficionados llegaron hasta media hora después de comenzadas las competiciones.
También por segundo día consecutivo hubo falta de comida y muchos problemas para poder comprar agua en el Parque Olímpico de Barra da Tijuca, en el Complejo Deportivo de Deodoro y en la Arena de Copacabana.
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