En plena sequía... Becerra
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Tras encadenar por primera vez dos jornadas sin marcar, el Córdoba apura sus opciones de pelear por el 'play off' ante la mejor defensa El Girona ha encajado 26 goles en 36 encuentros
Durante toda la temporada, el Córdoba ha vivido de su pegada, un factor diferencial en gran parte del torneo que ha servido también de sostén en esta segunda vuelta en la que todo se ha torcido. El gol salió al rescate del equipo entonces, sobre todo cuando las debilidades defensivas producto de la falta de concentración y errores individuales provocaron una sangría en la portería propia. Pero esa misma efectividad ofensiva le ha jugado una mala pasada a los blanquiverdes en las dos últimas jornadas, que por primera vez ha enlazado sin ver puerta para terminar con un balance de apenas un punto de seis posibles que complica sobremanera el objetivo. Y que obliga a una reacción inmediata porque por mucho que la apuesta actual de José Luis Oltra sea crecer desde la mejora atrás, sin marcar es materialmente imposible sumar victorias, que es lo único que le vale al CCF en esta fase determinante del campeonato. Para complicarlo todo más, el calendario ha querido que la primera prueba para comprobar que la pólvora cordobesista sigue intacta sea con el Girona, un equipo que pasa por ser el menos goleado de la competición con apenas 26 tantos encajados en 36 jornadas y que tiene en Becerra al que posiblemente es el mejor cancerbero de toda la Segunda. Ahí es nada.
Con 50 tantos a favor, el Córdoba es el tercer equipo más certero de la categoría, sólo superado por el Mirandés (52) y el líder Leganés (51). Hace apenas quince días, era el primero de la lista, pero ha visto frenada su progresión en las dos últimas jornadas, en las que se quedó sin anotar. Es la primera vez que le ocurre en todo el campeonato, una sequía que llega en el peor momento y, casualmente, en dos de los partidos con mayor producción ofensiva de todo el curso. Sin ir más lejos, en el Carlos Tartiere disparó hasta en 18 ocasiones, la mitad entre los tres palos, pero no consiguió superar nunca a Miño. Un dato a destacar, sobre todo teniendo en cuenta que la media de disparos del equipo de Oltra en las 35 fechas anteriores era de apenas 8,2 (290 totales). Diez tiros más sin rédito alguna para enlazar dos choques sin ganar que complican sobremanera el objetivo y obligan a una reacción pronta para no despedirse antes de tiempo de las opciones de pelear por el ascenso.
Teniendo en cuenta que con la desventaja actual -4 puntos respecto al sexto clasificado y tres equipos más entre medias- a los blanquiverdes sólo les vale la victoria, la recuperación ofensiva debe llegar el domingo ante el Girona. Todo un reto porque enfrente estará la mejor defensa del campeonato, que apenas si ha permitido anotar 26 tantos a sus rivales y que ha dejado hasta en 14 ocasiones la portería a cero. Gran parte del mérito es de Isaac Becerra, desde hace un par de cursos ya designado como mejor portero de la categoría de plata, aunque también tienen culpa el trío de centrales que Pablo Machín suele alinear por delante del meta albirrojo: Kiko Olivas, Florian Lejeune y Pedro Alcalá, con el también excordobesista Richy como primera alternativa. Un grupo de zagueros contundentes, pero que puede dar salida al balón desde atrás, algo básico dentro del esquema 3-5-2 que suele utilizar el técnico ampurdanés. De hecho, esa última línea de resistencia ha actuado en las últimas ocho jornadas, en las que el equipo gerundense apenas ha recibido tres tantos, dejando en cinco la puerta inmaculada para contabilizar cuatro triunfos, tres empates y una única derrota, curiosamente en su anterior visita a Andalucía: 1-0 en Almería.
Esos datos dibujan, a priori, un partido de mínimos para el domingo. Porque desde hace dos partidos, Oltra ha apostado por crecer también desde la defensa. Así, el Córdoba ganó sin encajar en Huesca, pero sólo pudo sumar un punto en casa ante el Tenerife que luego no pudo hacer bueno en Oviedo. El cambio llegó equilibrando el engranaje defensivo con la inclusión de Luso como pivote de contención y, sobre todo, con la recuperación de Domingo Cisma en la izquierda para disponer de dos laterales poco profundos que se preocupan más de defender que de atacar. Aunque, claro, ahora que la soga aprieta, sólo atacando y con goles puede aflojarse el nudo...
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