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La plantilla del Lucena ha dicho basta. A falta de sólo dos jornadas para el final de la competición y en vísperas de su último encuentro del curso como local -mañana ante el Águilas-, los jugadores del equipo celeste se reunieron ayer para dar lectura a un comunicado exponiendo su dramática situación personal por culpa de los impagos y exigiendo la dimisión en pleno de la directiva.

Todos los miembros de la plantilla y del cuadro técnico -a excepción del capitán David Cabello citaron- se dieron cita en la Ciudad Deportiva, acompañados por el director general de la entidad, Rafael Rojas. Esta ausencia fue la más significativa, siendo incluso reflejada en el comunicado que los jugadores remitieron posteriormente a la prensa. De hecho, el delantero es el único que no se ha adherido a la protesta, desligándose de las peticiones del resto de sus compañeros.

Óscar Ventaja, Antonio Sarmiento y el entrenador Alberto Monteagudo ocuparon la mesa para dar lectura al texto mientras el resto de integrantes les escoltaba en una clara imagen de unidad. En el último punto del texto, los jugadores solicitaban "la dimisión inmediata del presidente y de su junta directiva", con una serie de razones que antes expusieron detenidamente.

Sin admitir preguntas, los jugadores se mostraron "profundamente preocupados por la grave situación económica por la que atraviesa este club". Ante ese panorama, el comunicado pretendía "poner en conocimiento de la opinión pública nuestras inquietudes por las siguientes circunstancias".

En primer lugar, la plantilla reconoció que "el club nos adeuda a día de hoy siete mensualidades, lo que nos está ocasionando graves dificultades para afrontar las necesidades básicas de subsistencia y los gastos propios de cualquier persona (manutención, vivienda, crédito hipotecario, vehículo, etc.)".

"Las conversaciones mantenidas con los responsables del Lucena CF para buscar una solución al problema de pago del club no han dado ningún resultado, no existiendo en la actualidad solución alguna a la vista, por lo que nos encontramos en una situación límite y desesperada", lamentaron los miembros del plantel celeste.

A renglón seguido, los jugadores del Lucena quisieron señalar que "las condiciones en las que estamos prestando nuestros servicios son deplorables, pese a lo cual hemos cubierto los resultados deportivos exigidos por el club". De hecho, la salvación está virtualmente atada e incluso siguen existiendo remotas opciones de jugar la Copa la próxima temporada. Con ese aval de saber que han cumplido su parte del trato, los jugadores quisieron exponer que "entre nosotros hay futbolistas que no tienen dinero ni para comer, lo que les obliga a tener que pedir a familiares y amigos para poder cubrir con sus más básicas necesidades. Existen además embargos de pisos cuyas letras no hemos podido pagar como consecuencia de la falta de pago de nuestros salarios. En alguna ocasión, y como consecuencia de desplazamientos para disputar los partidos de competición fuera de Lucena, nos hemos tenido que llevar cada uno su comida en un tupper para tomarla en el propio autobús".

"Todo ello, unido a las amenazas que soportamos de los dirigentes del club y a las múltiples mentiras, nos han hecho estallar y decir: basta ya", añadieron los futbolistas antes de constatar que "no podemos soportar ni un día más esta situación". "El contexto económico de muchos de nosotros es muy preocupante. Queremos hacer pública nuestra situación, anunciando que de persistir, no tendremos otro remedio que ejercitar cuantas actuaciones o medidas estimemos necesarias para defender nuestros derechos, siempre dentro de la legalidad vigente", abundaron.

Los jugadores no quisieron olvidar que "hemos recibido amenazas como apartar jugadores si no renegociábamos los contratos, e incluso por dar nuestra opinión en diferentes reuniones".