El peso de la urgencia

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El nuevo técnico, Gay, reclama solidez defensiva para salir del descenso y dejar el farolillo rojo Francis y Dorca, novedades respecto al último partido

Koné corre tras un balón con el jugador del Sabadell Toni Lao.
Diego Arellano Córdoba

26 de enero 2013 - 05:02

No pasa por buenos momentos el Racing. Tras su descenso la pasada campaña y las grandes turbulencias originadas en su cúpula, se encuentra inmerso en conflictos tanto institucionales como sociales, lo que le auguró desde el comienzo de la temporada un futuro incierto en la categoría de plata. Esto le llevó a configurar un equipo que difiere mucho de los diseñados por otros clubes aspirantes al ascenso. De hecho, ahora mismo figura como farolillo rojo de la competición y su actual técnico, José Aurelio Gay, es el tercer entrenador de la campaña después de la salida de Juan Carlos Unzúe, incluso antes de comenzar la competición, y posteriormente de Fabri González.

Coartados por el agujero económico que sufren, y las salidas de jugadores emblemáticos como Diop, Kennedy o Munitis, los montañeses se vieron obligados a volver la vista a la cantera, dando oportunidades a César, Docal, Jaime Isuardi, Koné, Quique Rivero o Saúl Figueroa. La apuesta no salió bien y en el mercado invernal tratan de completar un grupo al que han llegado por ahora los delanteros Quini (Alcorcón) y Juanmi (Málaga) y el defensor Tiago Pinto (Depor).

SIN BALÓN

Gay pretende basar la remontada del Racing en la solidez defensiva. Pero en las cinco jornadas que lleva a cargo del equipo sólo ha sumado cuatro puntos y no ha podido mantener su portería a cero ni una sola vez, encajando seis goles. Sí es verdad que desde su llegada, el portal que ha vuelto a defender Mario Fernández ha visto reducida la masacre a la que estaba siendo sometido. En las cinco jornadas previas al relevo del técnico, el Racing había tocado fondo, sufriendo cinco derrotas y viendo su puerta perforada en 16 ocasiones.

Gay prefiere esperar agazapado buscando un contragolpe. Apuesta por ceder el control del partido al contrario y buscar un error o una jugada a balón parado para hacer daño. De esta forma, el equipo cántabro se sostiene en la retaguardia, en la que estarán Francis en la derecha y el recién incorporado Pinto en la izquierda, dos laterales a los que el técnico les ha recortado el recorrido, pues prefiere que defiendan hasta las últimas consecuencias, antes de buscar la sorpresa en ataque con incorporaciones que puedan suponer dejar la zaga desguarnecida. En el centro, volverán a estar Yuste -que jugará con una férula protectora en su mano derecha- y Bocanegra. A ellos se unen los dos pivotes, Marcos Gullón y Dorca, que ocupará el hueco dejado por el sancionado Óscar Pérez. El primero, más defensivo; el segundo, con mayor poder de creatividad.

CON BALÓN

El Racing apuesta por un juego muy directo y vertical, siempre buscando las dos bandas o la punta de ataque, demarcaciones en las que tiene a jugadores muy rápidos. En los costados se sitúan Jairo y Ferreiro. El primero muy incisivo y desequilibrante por la banda derecha; y el segundo con una gran libertad de movimientos y trazando diagonales constantes desde la izquierda hacia dentro. Ambos centran bien y enlazan con rapidez con los dos hombres más adelantados, Juanmi y Quini, aunque éste último abandona en ocasiones la posición de referencia arriba para conectar más con el esférico.

LO MEJOR

La calidad y velocidad de sus hombres más ofensivos.

LO PEOR

La ansiedad por salir del pozo.

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