Un partido de locos y un punto para cada equipo

Dos equipos de pelea se medieron en el Municipal en un choque con tres penaltis donde el árbitro sacó de quicio a los jugadores, que se dedicaron más a protestar que a jugar.

El primer golpe lo dio el Pozoblanco. Fue un golpe de fortuna, pues Bermúdez, en una falta lejana tirada desde su casa se encontró el fallo del portero para hacer 1-0. A partir de ahí, se refugió atrás el Pozoblanco y el Mairena poco a poco fue cogiendo terreno, con Rubio y Pana avisando. En el 40', una manos más que dudosas de Juanfer fueron castigadas como penalti; lo marcó Pana. Aguayo la tuvo a renglón seguido, pero llegó el descanso.

En la segunda parte no hubo fútbol; los protagonistas fueron la tripleta arbitral. No obstante, el partido se le puso bien al Pozoblanco con un golazo de cabeza de Hugo Díaz cuando el Mairena esperaba que el cuadro local echara el balón fuera por la lesión de Pana.

No le duró mucho la alegría a los de Carrasco, pues poco después otro penalti que sólo vio el asistente permitió a Pana hacer el empate. No acabó ahí la cosa, pues el otro asistente se sacó otra pena máxima de la manga, pero José Miguel se lo cazó a Balsera. Luego la tuvieron Melchor y Aguayo, pero nada varió.