Deportes

Una noche de trabajo en plena feria

  • Al equipo cordobés no le faltó apoyo en la grada de Zorrilla, un escenario noble

El Valladolid invitó al Córdoba a la Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo, inauguradas el viernes con el pregón del humorista Leo Harlem. Pero esto va en serio. El estadio José Zorrilla acogió el primer encuentro a domicilio del conjunto de Paco Jémez, quien ya anda a vueltas con el calendario, los viajes y demás. Tras librarse de visitar al Elche -de momento, dos de dos para uno de los favoritos- en la primera jornada liguera por la huelga de la AFE, el cuadro blanquiverde arrancó recibiendo al Almería y ayer jugó en la ciudad del Pisuerga… a las diez de la noche; una sesión matinal activó los músculos.

Acabado el pleito, carretera y manta: 600 kilómetros para llegar de día. El grupo se ejercitará esta tarde y mañana volverá a subirse al autocar, con muchas novedades en la expedición por aquello de las rotaciones, para retar al Murcia en una eliminatoria de Copa del Rey a partido único. Otra vez a las 22:00, con Gol T y Canal Plus Liga como nexo para el aficionado, en la Nueva Condomina. Y el sábado, más tralla en casa: el Numancia -disputará la Copa en Cartagena el miércoles, por lo que tendrá un día menos de descanso- a partir de las 18:00. La primera función se hizo de rogar, pero el espectáculo de este circo ya no parará hasta Navidad.

Los corrillos de los prolegómenos del choque depararon lo de siempre: animadas charlas entre viejos conocidos. En Pucela continúa Jesús Rueda, que departió con Fuentes, el doctor Javier Bejarano y el preparador físico, Esaú Sánchez. Unos metros más allá, Paco y su segundo, Rafa Reyes, conversaban con su superior, Juan Luna Eslava. Finiquitado el plazo para fichar con un saldo de 13 refuerzos y 17 bajas, el secretario técnico no quiso perderse la respuesta del equipo en su primera salida después de la grata imagen ofrecida en El Arcángel en el estreno.

Como lo que funciona no se toca, tanto el Valladolid como el Córdoba salieron con el mismo once de la semana anterior. Con dos excepciones: el canterano Tekio por Barragán, traspasado al Valencia por 1,8 millones de euros, y Patiño por el lesionado Pepe Díaz. En la delantera blanquiverde se mantiene Charles porque, sin que sirva de precedente, el balón pesó más que el dinero.

El duelo de banquillos cruzó a Jémez con Miroslav Djukic, antiguo compañero suyo en el Superdepor que nos cautivó a todos en los noventa. Sí, el fino central que falló el penalti que dejó a Riazor sin la Liga 93-94 en beneficio del Barcelona de Cruyff, aquel modelo aliado con los astros que marcó el camino que ya han rebasado Guardiola y sus pequeños magos de la pelota.

En el palco, por supuesto, hubo caras nuevas: el presidente cordobesista, Carlos González, estuvo acompañado por los consejeros Luis Pérez Castilla y Sergio Medina. En la grada, algunos hinchas foráneos evidenciaron su apoyo, con mención especial para las gargantas de los descamisados miembros de Brigadas Blanquiverdes. Y en las cabinas de prensa, mientras los profesionales de medios escritos tecleaban a toda velocidad en sus ordenadores portátiles, las radios callaron -con la salvedad de la irreductible CCFR-. Los micrófonos han enmudecido y a los dueños del tinglado les entra por un oído y les sale por el otro.

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