Más miedo que emoción

el broche de plata

Las Palmas enciende el debate ante la reacción del Salamanca para no bajar

Toni Cruz / Córdoba

10 de mayo 2011 - 05:02

La creación del play off por subir a Primera División pretendía, aparte de darle mayor emoción al torneo, evitar las suspicacias habituales desde tiempos casi inmemoriales acerca de posibles arreglos de encuentros en el tramo final del campeonato. Pues en el primer año que se aplica, y aun siendo la idea muy positiva, ni una cosa ni la otra. Los ascensos directos son virtualmente propiedad de Betis y Rayo, gracias al buen hacer de ambos y a la irregularidad de sus perseguidores. Incluso la lucha por los cuatro puestos con el premio de consolación se ha circunscrito a siete equipos. Por abajo, además, tres plazas ya están otorgadas. Todos estos factores han conducido al establecimiento de una imprevista clase media de cuatro instituciones a la que se irán sumando otros de manera inminente (sólo quedan cinco jornadas).

Así que emoción habrá poca y, además -lo que es peor-, ya empieza el run-run que se pretendía enterrar. Ayer, en marca.com se hacían eco de las palabras de dos integrantes de Las Palmas. El defensa argentino Matías Lequi, en alusión al sorprendente 1-2 del Salamanca en Vallecas se preguntó: "¿Qué otra vez ganó... y en el campo del Rayo? ¿Qué quieren que les diga?". Por su parte, su entrenador, Juan Manuel Rodríguez, añadió: "Me han sorprendido muchas cosas, ya lo venía diciendo en las últimas semanas: Nadie nos va ayudar".

Los foros de seguidores de ambas uniones -Salamanca y Las Palmas comparten lo de la UD- dejaban claro, al menos, que las hinchadas están hartas de milongas. Algún canario recordaba el 0-0 ante el Rayo de hace dos años ("pa hablar estamos"), otros charros mentaban el canguelo que provoca su reacción (llevan tres victorias seguidas), emplazaban a que se tuviera en cuenta únicamente lo deportivo y añadían que el que ocupará esa detestada posición número 19 lo hará por deméritos propios y no porque nadie le haya hecho la cama. Unos y otros, representantes de dos aficiones con un buen caché e indiscutible fidelidad, se ponían de acuerdo en lo fundamental.

No hay manera de cambiar el fútbol español si no es con paciencia, mimo y tiento. Al menos parece que la mentalidad del seguidor, que suele tener que escuchar con demasiada asiduidad excusas antes que autocrítica, sí que está empezando a hacerlo. Es un paso.

ÁLEX 'GEIJOL'

Seguro que más de un aficionado del Granada el domingo se llevó las manos a la cabeza cuando comprobó que en la alineación de su equipo no figuraba su gran goleador. Álex Geijo se quedó en el banquillo en el Nou Estadi de Tarragona y el Nàstic avasallaba a los rojiblancos, insolente a pesar de las circunstancias de uno y de otro equipo. A pesar de hacer méritos sobrados para marcar los tarraconenses, quien lo hizo antes del descanso fue Mikel Rico para los granadinos. Era un tanteo que ofrecía dudas. Todo seguía igual -es decir: victoria para unos, fútbol de los otros- hasta que Fabri, el entrenador del Granada, dio entrada en el campo a Geijo. Era el minuto 63 y apenas dos después el hispanosuizo tocó por primera vez la pelota. Fue gol (el 24 de su cuenta particular). Otros dos más tarde controló un pase en el centro del campo, eludió las entradas de su par y regaló una espectacular asistencia a Collantes que terminó de decantar el compromiso. En la rueda de prensa posterior al encuentro, Fabri sostuvo una discusión bizantina con un periodista sobre lo que es y no es el fútbol ofensivo. Ambos, técnico y plumilla, está claro que si tuvieran que decantarse teniendo delante a Álex Geijo dirían como en aquel poema de Bécquer: "¿Y tú me lo preguntas? Ataque eres tú".

OTRA PIFIA CÉLTICA MÁS

El Celta había perdido dos partidos de 26 hasta marzo. Desde entonces ha disputado once encuentros: ha ganado uno, empatado cuatro y perdido seis (tres veces lo que en los 26 primeros choques). Después del increíble 0-4 del Girona el sábado en Balaídos ya se han olvidado del ascenso directo y tiemblan por perder incluso su puesto de play off. El calendario les regala tres choques como local y dos a domicilio hasta el final, pero el problema va más allá, como explicó ayer bien su central Catalá: "Con el balón estamos fatal; sin él, peor". Eso hace que su situación sea paradójica en un conjunto con serias opciones de subir: "Jamás me encontré en un vestuario con una moral más baja que éste".

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último