El Betis recobró la autoestima al golear a un inofensivo Las Palmas que tuvo en su meta Barbosa a su mejor hombre al salvar al menos otros cuatro tantos.

El Betis y Las Palmas protagonizaron un distraído primer tiempo, con fútbol, ocasiones y goles, sobre todo por parte de los béticos, quienes parecieron olvidar su espiral negativa que le llevó a cinco derrotas consecutivas.

Pronto puso el Betis a favor el marcador, con un gol del canario Rubén Castro, de fuerte volea, que se resistió a festejar por su trayectoria con el equipo insular, pero que después lo dedicó, junto al resto de sus compañeros, al ausente Miki Roqué.

Pudo sentenciar el goleador bético, ya a los once minutos, tras una jugada de Emaná, con remate y balón junto el poste derecho del marco de Barbosa.

Poco a poco Las Palmas pareció salir de su letargo y comenzó a dar muestras de la exquisitez del fútbol canario, aunque sin inquietar seriamente el portal de Casto.

Las buenas maneras de los amarillos se diluían en las proximidades del área bética, mientras que su defensa sufría en demasía ante el poder intimidatorio del ataque bético.

Así, ya en el ocaso del primer tiempo, Emaná fue trabado dentro del área por Barbosa. Penalti que el africano se encargó de transformar en el 2-0.

En la segunda parte, el Betis tuvo un comienzo fulgurante con ocasiones para lograr una goleada en acciones de Rubén Castro, en dos oportunidades, y de Emaná, con un Barbosa en vena de aciertos.

No obstante, fue el ariete Jorge Molina el que puso el 3-0, ya con los canarios en inferioridad por la expulsión de Lequi, y dejó el choque sentenciado, aunque Javi Guerra, poco después aprovechó la tranquilidad de la zaga bética para poner el tanto del honor.

Volvió a apretar el Betis y entre las diversas ocasiones de agobio Josico fue el artífice involuntario del 4-1 al marcar en propia meta.

En los minutos finales, Barbosa hizo otras paradas decisivas para que el marcador no fuera de escándalo, en remate de cabeza de Dorado, de Rubén Castro y la última, en un contragolpe, de Jonathan Pereira.

Al final, triunfo bético ante un rival que acumula 14 jornadas sin ganar y que le coloca a un solo punto del Celta y a tres del Rayo, que comandan la categoría.