Balonmano l División de Honor Plata

La madre de todas las batallas

  • El Prasa recibe al Ars en un duelo vital entre dos equipos metidos en zona de 'play off'

Todos los titulares pueden ser algo exagerados, pero de alguna forma hay que definir el derbi provincial (Juan Sepúlveda, 13:00) más apasionante de los últimos años, un Prasa-Ars desbordante en el que los dos equipos cordobeses pelearán por sellar su presencia en el play off de ascenso y, por qué no, limar distancias con el líder en el asalto al ascenso directo. Porque los palmeños, terceros con 37 puntos, tratarán de defender su posición ante un Prasa quinto con 36 en la madre de todas las batallas.

Porque nunca ambos equipos habían llegado en una posición tan ventajosa ni nunca su enfrentamiento había sido tan determinante, pero ahora que sólo quedan cuatro jornadas para el final de la fase regular, la trascendencia es máxima. Si tradicionalmente el Prasa se presentaba en los derbis con unas aspiraciones mayores ante un Ars en pleno proceso de adaptación a la categoría, todo ha cambiado esta temporada, con ambos equipos intercambiando sus papeles y cediendo por una vez el protagonismo a los palmeños, que han ganado los dos últimos duelos directos marcando un sólido cambio de tendencia en la historia de los derbis. Si con su victoria en el duelo de la segunda vuelta de la pasada campaña ya se encargó de arruinar buena parte de las opciones de ascenso prasistas, el triunfo en la primera ronda de este curso ya avisó de sus nuevas intenciones y de su cambio de rol en la competición.

Por eso puede que el Ars llegue, por primera vez desde que ascendió a la DHB, como favorito. Tras el frustrante intento de la pasada campaña, Palma del Río vive con esperanza la opción de pelear por el ascenso a la Asobal, un objetivo que no tocaba esta temporada pero que, gracias al espectacular rendimiento de la plantilla con César Montes al mando ha obligado a cambiar los planes sobre la marcha. Pero enfrente está el Prasa, un equipo al que nunca hay que dar por muerto. Los vallesanos pasaron un momento de crisis mediada esta segunda vuelta, coincidiendo con retrasos en los pagos, pero el regreso del dinero acabó con los clásicos tropiezos prasistas en las segundas vueltas y devolvieron al equipo a la pelea.

En ese contexto de igualdad extrema y máxima trascendencia llegan ambos bloques a un choque que hará hervir el Juan Sepúlveda, una cancha que hace años que no se llena hastiada por las oportunidades perdidas de su equipo. El pabellón pozoalbense, una de las pistas más calientes cuando la grada decide jugar su papel, será determinante en un duelo en el que no sólo se juegan dos puntos que pueden darle la vuelta a la clasificación, sino que también estará presente el 29-25 con el que el Ars ganó en la primera vuelta.

Además, las dos semanas de parón han ido cocinando un extraordinario ambiente, tanto entre la afición local como entre la palmeña. De hecho, se espera que más de 200 aficionados del Ars se desplacen hasta Pozoblanco para animar a su equipo en un choque vital.

Esos 15 días desde la última jornada también han servido para que ambos entrenadores recuperen a jugadores tocados, víctimas de los clásicos golpes que castigan los cuerpos en la recta final del torneo. El caso más delirante ha sido el de Javi García (Ars), que tras colaborar con la selección júnior en la clasificación para el próximo Europeo quedó atrapado en Helsinki por culpa del Eyjafjallajökull, el volcán islandés que no quiso perder su cuota de protagonismo en un derbi que arde como la lava. Finalmente, el jugador llegó a tiempo para no faltar a la cita, al igual que Espigol en el Prasa. Nadie quiere perdérselo.

Es lo que suele pasar cuando en 80 minutos se condensan la rivalidad y la necesidad, dos factores que por separado ya son suficientes para convertir un partido en algo más. Porque si un Prasa-Ars lo tiene todo, el de esta mañana será sencillamente la madre de todas las batallas.

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