Los cordobeses olímpicos · Julia Figueroa. Judo

La llave hacia el Olimpo

  • Julia se estrena en unos Juegos como la principal baza para devolver al judo español al podio tras la sequía de las tres últimas citas. La cordobesa, quinta del mundo, arrancará en octavos.

La ficha. Localidad: Córdoba Edad: 21 (7 de abril de 1991) Peso: 51 Estatura: 1.50 Palmarés: Campeona del Open de Casablanca 2014 y las citas del Grand Slam de Tyumen 2015 y Bakú 2016; plata en los Grand Prix de Zagreb 2014 y Tbilissi 2015, y bronce en los Grand Prix de Jeju 2013, La Habana 2014 y París 2015, y en el Master de Guadalajara 2016. 

Su camino en los juegos. Sábado 6 de agosto: Exenta por ránking de la primera ronda, la cordobesa entrará en acción a partir de octavos de final, cuyo primer combate está fijado para las 16:08. La competición matutina continuará hasta cuartos de final, quedando ya para las 20:30 las series de repesca. A las 20:50 y las 21:00 están previstas las dos semifinales, quedando la lucha por el oro en la categoría de -48 kg. femenina para las 22:00.

 

Cuando con apenas 18 años y varios títulos autonómicos y nacionales en su currículo puso rumbo a Valencia, Julia Figueroa sólo tenía una ilusión: llegar a unos Juegos Olímpicos. Hoy está en Río, donde mañana entra en competición con el firme propósito de devolver a España un metal que al judo se le resiste desde Sidney 2000. La cordobesa sabe que el reto que tiene por delante "es difícil", pero confía ciegamente en sus posibilidades tras un inicio de temporada dubitativo de cara al exterior que, sin embargo, a ella le reforzó aún más en su carrera hacia el podio en Brasil: "Me veo bien, sé cómo estoy y, tras cumplir con el primer objetivo que era estar, ahora toca luchar por las medallas".

 

Forjada en las manos de Paco Prados en el seno del Kodokan, a Julia llegó un momento en el que Córdoba se le quedó pequeña. Necesitaba rodearse de gente de más nivel para seguir con su progresión, por lo que tras finalizar el instituto y  haber comprobado dos veranos antes la filosofía del Valencia Terra i Mar, se atrevió a dar el salto a "un club que se dedica sólo a la alta competición". A orillas del Mediterráneo, Figueroa vive su octava temporada adaptada por completo a un mundo súper profesional, a pesar de que el judo no tenga la repercusión mediática de otras disciplinas. Y eso que "al principio había veces que se llevaba un poco peor, pues con 18 años andas aún un poco perdido". De hecho, la cordobesa entrena todos los días físico por la mañana y judo por la tarde, y aún saca tiempo para echarle un ratito a los libros; ya tiene un grado superior y ahora está haciendo Fisioterapia, pues aunque no es una exigencia del club, "sí nos incitan a tener estudios", por lo que la mayoría de los integrantes del equipo concilia deporte y enseñanza, cada uno de la mejor manera que puede porque "con tantos viajes y competiciones te descentras, además de que yo eso de sentarse en una silla delante de un libro...".

 

Con todo, si algo lleva mal de verdad la campeonísima cordobesa es el peso, que "es una faena". De hecho, aunque compite en la categoría de -48 kilos y "ese es el peso que tienes que dar el día del pesaje oficial", Julia Figueroa se mueve normalmente "con cuatro kilos más, unos 52", que empieza a rebajar "un mes antes y, ya en los dos días previos a la competición deshidratando, lo que es bastante duro porque todos intentamos tener lo máximo". No quedan ahí las preocupaciones, pues si el día previo al concurso no puede pasar del límite fijado, tampoco durante la competición puede haber excesos, ya que "hacen un pesaje aleatorio" con un tope permitido del 5 por ciento extra, lo que en el caso de Julia serían 50.4 kg. ¿Cómo se consigue ese control? "Corriendo más de la cuenta y dejando un poco al lado el chocolate", una de las perdiciones de Julia, que reconoce que le encanta comer y, aunque luego le toque hacer un sobreesfuerzo, admite que se permite "alguna licencia".

 

Claro está que eso es durante el año, pues ahora no hay lugar para bromas. Bueno, en realidad, nunca lo hay en la alta competición. Porque si Julia se vio con el pasaporte a Río cerrado "hace ya tiempo, a finales del año pasado" tras el bronce en el Grand Slam de París, el desafío siguiente e igualmente conseguido fue "entrar entre las ocho primeras" del ránking -llega como quinta del mundo- para quedar exenta de la primera ronda, aunque luego el sorteo "marca mucho" en una disciplina como el judo: "Sólo hay ocho cabezas de serie, pero se clasifican las 14 restantes del mundo, que no son cojas ni mancas, por lo que te puede tocar una de atrás o la número 9, que se quedó fuera por poco y es un rival muy duro". Es más, siendo la quinta preclasificada, su enemiga en cuartos de final, la antesala de las medallas, podría ser la local Sara Menezes, defensora del título tras su victoria en Londres 2012.

 

En Brasil desde el pasado viernes, pues la cordobesa formó parte de la primera expedición de la delegación española junto a sus cuatro compañeros de equipo (Laura Gómez, Sugoi Uriarte, María Bernabéu y Francisco Garrigós), a los que ve también "con muchas opciones porque tenemos calidad de sobra y podemos meternos ahí", Figueroa se aleja de la presión que la convierte en la encargada de abrir el fuego porque "al final tiene que ser alguien el que abra". Es más, tirando de positivismo, la cordobesa considera que si consigue la medalla "sí sería un honor" inaugurar el casillero de España. No sería ninguna sorpresa, ya que es la mejor ranqueada del quinteto de judo, aunque como recuerda "todos tienen medallas mundiales o europeas menos yo". Pero el palmarés no gana podios en unos Juegos, algo que sí puede hacer el trabajo y la constancia, algo de lo que Julia va sobrada: "Me veo muy bien. Físicamente, me encuentro bien y con ganas de competir, y estoy muy centrada, algo que es importante, porque si piensas en otra cosa no te van a salir las cosas".

 

De momento, competir mañana ya le evita "el rollo" de la ceremonia inaugural, a la que no podrá asistir. Lejos de ser un trauma, la cordobesa lo siente como una liberación porque "son muchas horas de pie, esperando, con calor, y eso para una judoca es un rollo porque nos tenemos que controlar todo, por lo que no tiene ningún sentido ir", entre otras cosas porque horas más tarde tendrá que estar ya sobre el tatami. Y ahí, aunque consciente de que "con cuatro minutos y puede pasar cualquier cosa", sabe de lo que es "capaz", aunque "sí que es muy difícil" subir al podio. 

 

Sería el primero para España desde Sidney 2000 en la que es su segunda disciplina olímpica más productiva, tras la vela, gracias fundamentalmente a los oros de tres mujeres como Miriam Blasco, Almudeña Muñoz e Isabel Fernández a las que quiere unirse Julia Figueroa, que reconoce que "quedaría muy bien" ver su nombre completando esa ilustre nómina. De todas ellas, por edad, la cordobesa sólo ha visto en acción a Fernández, a la que ve tan lejana que se conforma con lograr "la tercera parte de las medallas y los éxitos de ella".

El primer paso debe darlo mañana en Río. Julia está mentalizada de ello, aunque no por ser una cita especial cambiará nada su preparación definitiva, esos últimos instantes previos a la gran competición que pasan por "visualizar todo" lo que es posible del rival de turno y "metértelo en la cabeza" antes de la prueba para luego dejar tiempo a la relajación y la motivación, y poner los cinco sentidos "en los cuatro minutos del combate, porque tengo que salir desde el primer segundo 100 por cien concentrada". Luego, el aliento llegará desde la grada, donde su familia estará presente ante el gran día de la gran carrera de Julia Figueroa, que a pesar de todas las noticias vertidas sobre los problemas existentes en la Villa Olímpica está "centrada en lo deportivo". Entre otras cosas porque, recordando sus inicios desde muy abajo, ya le ha tocado "competir en pabellones con un frío de muerte, dormir en furgonetas... así que con una cama y poco más me conformo, porque hemos sobrevivido a situaciones peores seguro". Y mejores, aunque el techo esté por llegar. Quizás mañana ya esté más cerca, pues una medalla le abriría de par en par las puertas del Olimpo.

 

El cuestionario

1- ¿Cuál es su primer recuerdo de unos Juegos?

La competición de Atenas 2004. Mi hermano y yo estábamos en el campo y sólo salíamos a darnos un baño en la piscina para refrescarnos y volvíamos rápido para no perdernos nada.

2- Destaque un momento emocionante de Barcelona '92.

Aunque no había nacido, lo que más he visto y más me gustó fue el encendido de la antorcha. Fue original aquello de hacerlo con una flecha lanzada por un arquero.

3- Dígame tres deportistas míticos de la historia de los Juegos.

Michael Phelps, Usain Bolt y Gervarsio Deferr, pues me gusta mucho la gimnasia y aún recuerdo sus medallas en Atenas y Pekín. 

4- ¿Qué condiciones debe tener un abanderado?

Que haya estado muchos años compitiendo por España y, en el caso de Rafa Nadal, además es de los mejores en su disciplina.  

5- ¿Cuántas medallas ganará España en Río?

No me he parado a pensarlo, porque ni sé bien en qué deportes estaremos representados.

6- ¿Y quiénes ganarán más, los hombres o las mujeres?

Las chicas.

7- ¿Qué significa para un deportista estar en unos Juegos?

Cumplir un sueño. 

8- Conseguir ganar una medalla olímpica puede ser similar a…

No creo que haya nada parecido. 

9- Si la ganase lo celebraría haciendo…

No me lo creería hasta unos días después, pero luego haría una cena con la familia y los amigos. Igual hasta alguna cerveza cae.

10- ¿Qué sacrificaría de su vida por un oro olímpico?

Hemos sacrificado muchas cosas, pero porque es lo que nos gusta. En ningún momento me ha importado no salir un viernes con los amigos por tener que entrenar el sábado temprano; eso para mí no es sacrificio.

11- Vigente campeona olímpica en su disciplina…

Sara Menezes.

12- Para preparar unos Juegos, ¿renuncia a algo de lo que no renuncia en años no olímpicos?

Este año no he pasado por clase por la Universidad. Hay que estar centrado en lo que toca. 

13- Volvería satisfecha de Brasil siempre y cuando…

Dé todo lo que tengo, el 100% de mí.

14- ¿Qué deportes sigue en los Juegos?

Todos. Natación, atletismo, balonmano, baloncesto, me gusta mucho la gimnasia artística...

15- ¿Tiene una canción o música fetiche para los días de competición?

Antes de entrar al pabellón me gusta ponerme Beautiful day, de U2. 

16- ¿Lleva algún amuleto en la maleta para Río?

Me han dado unos cuantos, que me los llevaré, pero propios ninguno.

17- ¿Tiene alguna manía en los instantes previos a competir?

Muchas. Todos tenemos, más o menos.

18- ¿No peca el entorno de los deportistas (federativos, prensa...) de medallitis?

Es normal cuando llegan los Juegos, pues es donde se ven la mayoría de los deportes que en un Mundial o un Europeo pasan casi desapercibidos.

19- ¿Qué le parece el uniforme de la delegación española? ¿Se pondrá falda o pantalón? (por primera vez las mujeres pueden elegir qué ponerse).

Me parece súper cuqui, muy bonito. No puedo ir a la ceremonia de inauguración porque estaré pesándome para competir al día siguiente, pero me pondré pantalón.

20- ¿A quién le pediría un autógrafo o un selfie si lo viera en la villa olímpica?

No lo sé. Quizás a muchos, pero no sé si me dará vergüenza.

21- ¿Tiene pensado hacer turismo por Río? ¿Sabe decir algo en portugués?

Nada. Nos teníamos que vacunar y no lo hemos hecho, así que vamos un poco... Además, de portugués no tengo ni idea. 

22- ¿Vuelve más calentito el bolsillo tras una cita olímpica?

Depende de cómo lo hagas de bien. A ver si sale bien y me llevo una sorpresa agradable.

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