Una lección de grandeza (0-0)

El Lucena consiguió su objetivo y tendrá la oportunidad de resolver la eliminatoria el próximo domingo en casa (Ciudad de Lucena, 18:00). El conjunto celeste se estrenó con nota en un play off de ascenso a Segunda División. Salió vivo del Municipal de Manises, al aguantar el empate sin goles inicial, ante un Huracán que sólo fue ligeramente superior en el arranque. Luego estuvo a merced de los lucentinos, especialmente en la segunda parte, a los que les faltó algo de fortuna para sentenciar la serie a domicilio. El buen planteamiento de Falete dio sus frutos. No sólo contrarrestó el temido juego directo de los valencianos, sino que hizo que su equipo no perdiera sus señas de identidad y, en la medida de lo posible, pudiera plasmarlo sobre el verde.

Tal y como había apuntado el entrenador cordobés, el Lucena presentó varios cambios en el once inicial. Formó un bloque sólido, luchador, aguerrido, que no se amedrentara ante la temida salida en tromba del Huracán. Vargas recuperó el sitio en la portería y Jesús Lanza retrasó unos metros su posición para auxiliar a Sarmiento en las tareas de contención, dejando a Rubén Cuesta como organizador por detrás de Matías Saad. Los sacrificados fueron, principalmente, Javi Lara y Hugo Díaz, que luego tuvieron su dosis de protagonismo cuando el partido ya estaba más que madurado. Era la estrategia: dejar pasar los minutos con todo en el aire para tratar de asestar el golpe al final.

Los primeros minutos de encuentro fueron de una lucha notable en el centro del campo por hacerse con el control de la situación. Parecía que el balón no quería bajar y rodar por el césped artificial del recinto de Manises. El juego aéreo era lo que predominaba en estos primeros instantes sobre el juego combinativo. Vamos, lo que más le convenía a un Huracán que sólo podía ser superior en las alturas. Porque por abajo es difícil incluso acercarse al poderío celeste.

A medida que fueron transcurriendo los minutos, el conjunto local se asentó sobre el terreno de juego. Los de Nico Estévez parecieron tomar parcialmente el control del esférico, pero sin crear ocasiones destacadas que pudieran meter peligro sobre la meta defendida por Vargas. Omar, con un lanzamiento que salió muy desviado, fue el primero en intentarlo.

Pero el Lucena no pasaba apenas apuros, aguantando muy bien las embestidas valencianas. El trabajo defensivo celeste era perfecto. Sus apariciones sobre el portal local se reducían a algunas salidas rápidas, especialmente por el costado de Quini, y a la estrategia.

Transcurrido el meridiano de la primera mitad, nuevamente el encuentro se volvió muy igualado. Fue entonces cuando los lucentinos empezaron a deshacerse del ligero dominio local y comenzaron a estirarse y a aproximarse con cierto peligro al área dominada por Paco. Sergio Castillo dispuso de la primera ocasión destacada, gracias a una jugada a balón parado en la que conectó un cabezazo que se perdió por encima del larguero.

Sin embargo en una contra del Huracán pudo venir el primer gol de la tarde. Rufino robó un balón en la cercanía del área, pero su disparo ante Vargas no encontró siquiera portería. Esta jugada pareció dar ánimos al equipo albirrojo, que en los últimos instantes de la primera mitad comenzó a gozar de ocasiones, aunque sin trascendencia.

Tras el descanso, los visitantes gozaron de una oportunidad muy clara en un córner que Fede cabeceó a la perfección en el primer palo, recibiendo la magnífica respuesta de Paco. Rubén Cuesta dispuso de una nueva ocasión de peligro en otro saque de esquina directo que estuvo a punto de convertirse en gol olímpico.

En esta segunda mitad, el Huracán se estiró buscando el tanto de la victoria, dejando muchos espacios que intentó aprovechar el Lucena. Rubén Cuesta volvió a probar suerte con un cabezazo dentro del área, pero recibió una vez más respuesta en el meta manisense.

El partido ya había cambiado de decorado. Ambos equipos buscaban con más ganas el gol y no cuidaban tanto las marcas, por lo que tanto el Huracán como el Lucena se acercaron con peligro sobre una y otra portería. Y en una de esas ocasiones pudo adelantarse el cuadro celeste. Hugo Díaz, en el primer balón que tocaba tras relevar a un Matías Saad exhausto, se precipitó en el remate, que se marchó fuera.

Los cambios en ambos conjuntos no surtieron el efecto esperado por lo que el trabajo de ambas defensas se impuso a la labor de los atacantes, lo que hizo que el encuentro finalizara como había comenzado.

Las tablas, engañosas al ser sin goles, vuelcan la eliminatoria a favor del Lucena, que tratará de resolver el domingo ante su afición. Ese día no puede fallar. El camino hacia la Segunda División no ha hecho más que comenzar. El primer capítulo ha sido acogido con satisfacción; el final debe ser de aúpa.

Árbitro: Pérez Peraza (tinerfeño). Controló el partido sin complicaciones.

Tarjetas: Amarillas Sarmiento (16'), Quini (51'), Rubén Cuesta (63'), Omar (79'), Jesús Lanza (79') y Mateos (89').

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de la primera eliminatoria de la promoción de ascenso a Segunda División disputado en el Municipal de Manises ante unos 2.000 espectadores, con aproximadamente 150 llegados desde tierras lucentinas.