Jornada sin grandes alegrías para los equipos de Córdoba de Tercera RFEF

La cuarta jornada en el Grupo X de Tercera Federación no trajo ninguna alegría para los equipos de Córdoba. El pleno de triunfo del pasado fin de semana no se repitió y solamente el Pozoblanco, que se mantiene invicto, fue capaz de sumar un punto en Lepe ante el San Roque. Por su parte, el Córdoba B encajó su primer revés ante el Bollullos, mientras que el Ciudad de Lucena cosechó su segunda derrota ante el Chiclana.

La jornada la arrancó el Córdoba B este pasado sábado ante el Bollullos, otro de los equipos llamado a estar en la zona noble de la tabla. Los onubenses, que igualaban a puntos con los blanquiverdes, sacaron un triunfo por la mínima de la Ciudad Deportiva. Pese a los intentos locales, un tanto de Andrés en el inicio del segundo acto fue clave para el devenir del pleito. Los de Gaspar Gálvez se quedaron a cero y los visitantes festejaron en la instalación del Camino de Carbonell.

Por su parte, el Ciudad de Lucena sigue sin arrancar lejos de su estadio. Los lucentinos no pudieron con el Chiclana y encajaron su segunda derrota de la temporada, las dos fueron a domicilio. Los de Antonio Jesús Cobos, con seis puntos en su casillero, se encontraron con un rápido gol local de Carri en el primer minuto de juego. A pesar de los intentos de los aracelitanos, el jarro de agua fría llegó ya en el segundo acto cuando Cubero puso el segundo. No obstante, Nacho Fernández acortó distancias y metió de nuevo a su equipo en el partido. Poco después, Guerrero anotó el tercero y dejó el choque sentenciado.

Por último, el Pozoblanco sigue invicto tras sumar un buen punto ante el San Roque de Lepe. Los de Alberto Fernández empataron en tierras onubenses y ya cuentan con 10 puntos en su casillero. Los vallesanos, que se quedaron con diez por la expulsión de David García, no estuvieron certeros de cara a puerta en sus ocasiones. Tampoco atinaron los leperos, que también acabaron con diez por la roja a Javi Cheli. En la recta final, Arnau tuvo el 0-1, pero se topó con la madera de la portería local. Acto seguido, Sebas emergió para dejar el duelo en tablas.