En una Liga tan seccionada como la española, donde los clubes con mayor presupuesto copan las primeras plazas y los de menor suelen situarse en la cola de la clasificación, la aparición de los denominados equipos revelación suele animar la pelea por alcanzar las plazas europeas. La pugna por las seis primeras -también por el título, aunque el Barcelona se haya escapado- parecía sólo cosa del propio Barça, Real Madrid, Valencia, Sevilla, Atlético y Villarreal. Pero cuando se acaba de dar el pistoletazo de salida al 2009, el Deportivo de La Coruña le ha birlado la sexta plaza al equipo castellonense con unas cifras de puntos que nadie esperaba que alcanzaran los gallegos a estas alturas de la Liga. El conjunto dirigido por Miguel Ángel Lotina suma 30, uno más que el Villarreal y sólo tres menos que el segundo clasificado, el Valencia. ¿De dónde proviene este éxito del club coruñés?

doce meses atrás

Hace justamente un año, cuando se disputó la decimoséptima jornada liguera, el Deportivo, pese a vencer al Levante (colista), era penúltimo clasificado con 17 puntos. Estuvo hasta a cinco puntos de distancia para salir de la quema. El entrenador vasco estaba más fuera que dentro y las divergencias del vestuario, con la pelea entre Aouate y Munúa, centraban la atención en los problemas extradeportivos.

Después de darle muchas vueltas, Lotina optó por reforzar su equipo sobre el césped con defensa de cinco, lo que hizo que sumara 14 puntos en ocho encuentros y dejara muy atrás la zona conflictiva. Terminó la temporada en novena posición con 52 puntos, 35 más que en la primera vuelta, y entró en Europa este verano por la vía Intertoto.

modesta plantilla

Pese al regreso de los gallegos al Viejo Continente, Lendoiro continuó con su política de austeridad en el mercado de fichajes. Jugadores sin sitio en sus equipos como Aranzubia, Mista o Zé Castro, o necesarias incorporaciones como las de Omar Bravo o Diego Colotto, este segundo por la marcha de Coloccini, reforzaron una plantilla bastante modesta. El entrenador del Dépor regresó este año al 4-2-3-1 y el resultado salta a la vista. El mexicano Guardado ya se ha adaptado a España y él es el cerebro de un equipo que juega un fútbol rápido y atractivo. También hay que destacar la figura de Lafita, un jugador que está creciendo a pasos agigantados. Un nuevo éxito de la dirección deportiva blanquiazul a la hora de cazar los talentos nacionales que no tienen oportunidades en equipos aparentemente más poderosos.

El público de Riazor vuelve a ilusionarse con un proyecto que mezcla jóvenes valores del fútbol nacional con gente ya muy curtida en Primera División. Nombres como los de Lopo, Manuel Pablo o Sergio son la sólida base de un vestuario que se ve entre los elegidos del campeonato y que, al no tener la presión de sus adversarios por terminar en puestos europeos, puede dar más de un disgusto a estos equipos, cuyo presupuesto les demanda, como mínimo, terminar en UEFA. Precisamente en esta competición sigue vivo el Dépor. Tras pasar la fase de grupos, el conjunto blanquiazul se medirá en la primera eliminatoria directa al Aalbrog danés, por lo que los octavos de final no están tan lejos. En octavos, pero de Copa del Rey, se cruza a partir de mañana con el Sevilla, equipo al que se va a enfrentar en tres ocasiones en sólo una semana.

la hora de la verdad

Con el partido liguero del sábado frente a los hispalenses, el Deportivo iniciará el conocido como Tourmalet de la Liga. Será el momento de ver cuál es el nivel real de los gallegos. Tras sus triple duelo con el Sevilla, al Deportivo le toca viajar a Barcelona y Madrid para medirse a los dos grandes, para terminar la etapa reina en Riazor ante el Villarreal. Después de este maratón se podrá apreciar si estamos ante el equipo revelación de la Liga. Son muchos partidos, y todos de mucha exigencia. Además, estar en tres competiciones puede lastrar a los de Lotina en la Liga.

El resto de aspirantes a hacerse con un sitio para la próxima Liga de Campeones -el Deportivo está a dos puntos- vivió una jornada muy importante, ya que cuatro de ellos se enfrentaba entre sí. El Real Madrid, con Casillas y Robben como referentes, se impuso a un Villarreal que en el último mes ha perdido esa chispa que lo había colocado como principal perseguidor del Barcelona durante muchas semanas. Por su parte, el Valencia dejó en evidencia a un Atlético de Madrid que no da la talla cuando tiene que medirse a equipos de su misma Liga.