Un insulto a mis abuelos

Me gustaría comenzar esta nueva reflexión haciéndonos cinco preguntas muy simples y me gustaría que cada uno de nosotros pudiera responder a ellas. La primera es: ¿duermes en un colchón cada noche? No tiene que ser un colchón de esos "mágicos" que quitan los dolores y que a veces vuelan; uno normalito. Mi segunda pregunta es: ¿tienes en casa la posibilidad de girar un grifo o levantar la palanquita y sale agua potable? De nuevo, no tiene que ser una grifería de ésas que sale agua cuando pones tus manos debajo y ni siquiera tiene que ser auto regulable en temperatura, simplemente un grifo. Mi tercera pregunta es: ¿tienes algún tipo de electrodoméstico en casa? Me refiero a uno pequeño, por ejemplo un exprimidor de naranjas o una batidora, el que sea, incluso no tiene por qué tener luces de colores ni diseño extraterrestre. Mi cuarta pregunta es: ¿tienes la posibilidad de elegir que un especialista pueda verte cuando te sientes mal física o psicológicamente? Es decir, que puedes tomar un medicamento o recibir un asesoramiento por parte de un profesional de la salud. Y de nuevo no tiene por qué ser una compañía privada con los doctores más cotizados del mercado, me refiero a un buen profesional que está ahí para servirte y que tú puedes usarlo para tu bienestar y tu salud. Por último, mi quinta pregunta es simple: ¿comes más de dos veces al día? No comer en restaurantes de diseño ni comidas minimalistas, me refiero a poder llevarte a la boca algún alimento. A veces incluso mas de dos veces al día, ¿verdad?

Déjame decirte que si has respondido sí a las cinco preguntas formas parte de la elite mundial, pues sólo el uno por ciento de las personas que habitamos este planeta podrían responder sí a estas cinco preguntas.

Me parece que es una buena reflexión para que, en lugar de seguir diciendo que si crisis para arriba, que si crisis para abajo, nos levantemos cada mañana dando gracias a Dios, o a la vida, o a las personas que están a tu lado, o al universo... a quien sea... pero agradece, pues millones de personas hoy no podrán dormir en un colchón, ni podrán beber agua potable ni comer una vez al día.

No quiero caer en aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos", ni siquiera ironizar con quien esté pasando una mala "racha" o una situación complicada. Sé de buena tinta que miles de personas en el mundo desarrollado están pasando por escenarios difíciles. Aún así, quisiera centrarme en que si en lugar de quejarnos, agradecemos todo cuanto tenemos y podemos disfrutar estoy 100% seguro de que nuestra vida mejorará considerablemente.

Cuando escucho por las distintas ciudades de mi país el "rollo de la crisis" siempre e inevitablemente me acuerdo de mis abuelos y siento una falta de respeto hacia ellos. Siento que estamos insultando a nuestros antepasados. Ellos supieron lo que era una crisis de verdad, pero levantaron un país a base de trabajo y de entrega. No es justo que lo fastidiemos nosotros diciendo que ésta es la mayor crisis de la historia de nuestro país.

Me da vergüenza escuchar a muchos políticos decir estas tonterías, tratando de hacernos creer que somos culpables de una situación que se les ha escapado de las manos. Yo les diría que lo que sí somos es responsables, es decir, que tenemos la habilidad de dar respuestas para avanzar y evolucionar y una de esas respuestas debería ser salir de la conversación que aún mantiene a mucha gente en una situación caótica.

Puede ser que te escueza esto, pero piensa que nuestros resultados están estrechamente relacionados a nuestras creencias y a nuestras conversaciones. Las personas tenemos el poder de hacer grande aquello de lo que hablamos, así que ¿qué te parece si en lugar de quejarnos, agradecemos?

Más del 85% de la crisis en este país es una conversación. Por eso te animo a que te atrevas a declarar una vida llena de agradecimiento y seamos capaces de abrir los ojos y darnos cuenta que somos unos afortunados por vivir en el país en el que vivimos y tener los privilegios que tenemos.

Si tus abuelos viven o tus padres y son mayores, pídeles que te expliquen lo que es una crisis y luego, te invito a hacer una lista de cosas por las que agradecer cada mañana al levantarte y cada noche al acostarte. Manténte haciendo esto por unos meses. Estoy seguro de que en breve tu conciencia habrá evolucionado y comenzaremos a vivir en ese escenario que todos deseamos de prosperidad en todos los ámbitos, pero fundamentalmente de prosperidad emocional.