La hora de Fausto Rossi

La lesión de Luso y la tardanza en la llegada de fichajes abre la puerta del once al italiano, que aún no ha mostrado su nivel Pese a la rajada del Camp Nou, Djukic mantendrá el bloque

Cisco López Córdoba

04 de enero 2015 - 05:02

Fausto Rossi fue uno de los jugadores que más expectación despertó cuando fue anunciado como refuerzo del Córdoba para la temporada del regreso a Primera División. El italiano llegaba avalado por su pertenencia a la Juventus y una notable campaña en el Valladolid, donde comenzó a vivir una aventura en la Liga que evitaba el periodo de adaptación. Sin embargo, el centrocampista, que comenzó siendo insustituible para Albert Ferrer, no ha terminado de romper en el primer tramo del campeonato, hasta el punto de perder un protagonismo que las circunstancias pueden devolverle en el reencuentro con la competición. La lesión de Luso y la tardanza en la cristalización de al menos un refuerzo en la medular otorga a Il Emperatore un papel importante ya de cara al duelo de mañana ante el Granada. Porque, salvo sorpresa, Miroslav Djukic apostará por un futbolista en el que tiene depositada mucha confianza para ejercer la transición defensa-ataque desde la medular.

Lo cierto es que el preparador balcánico tampoco ha podido disponer de Rossi todo lo que le hubiese gustado. Tras prescindir de él en su estreno en casa ante la Real Sociedad, Djukic dio al italiano 26 minutos en el Vicente Calderón y la titularidad en el duelo casero ante el Deportivo. Pero Fausto terminó con molestias musculares el choque ante los gallegos, una dolencia que en principio no revestía gravedad, pero que finalmente lo tuvo en el dique seco durante más de un mes. De hecho, su reaparición no se produjo hasta la vuelta de la eliminatoria copera ante el Granada, ya el 17 del pasado mes de diciembre, donde tras disputar el partido completo cogió aire para tener ya los minutos finales en el Camp Nou ante el Barcelona.

El parón le ha venido bien a Rossi para mejorar su tono físico tras tanta inactividad. Eso, unido a la necesidad de tener que llevar el peso del partido, empuja a Djukic a darle galones mañana. El técnico reconoció en privado que su ausencia se notó especialmente ante el Levante, el último partido hasta la fecha en El Arcángel, también ante un rival directo, y en el que al Córdoba le faltó claridad en ataque. Ahora, el balcánico tratará de encontrar esas vías con el italiano junto a Abel, que parece que se ha asentado bien en el equipo.

De hecho, la forzada búsqueda del recambio para Luso, que a falta de confirmación oficial por parte del club podría estar alejado de los terrenos de juego varias semanas, es una de las pocas novedades que el CCF presentará en el primer derbi de este 2015. Porque a pesar de la rajada que Djukic se marcó tras la goleada encajada con el Barcelona (5-0) el último encuentro del pasado año, el serbio no parece dispuesto a hacer revolución alguna. Sobre todo porque desde su llegada a mediados de octubre ha demostrado confianza en un reducido grupo de jugadores, sobre los que ha girado su ideal, y la ausencia de fichajes no le permite cambiar radicalmente de opinión.

Quizás también se vea obligado a mover la defensa por las molestias que arrastra Íñigo López. El central, titular en los 16 partidos anteriores, sigue trabajando al margen del grupo, pero no está aún descartado. Djukic lo probará tanto hoy como mañana para ver si puede estar ante el Granada. De no ser así, el elegido para ocupar su puesto sería Crespo, que ya actuó en esa misma posición tanto en la cita copera con los nazaríes como en los minutos finales del choque en Barcelona.

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