El grupo italiano, entre la resignación y el enojo

Con pesar, resignación, una pizca de enojo y una buena dosis de caballerosidad acogió el grupo Augusta Business Capital el desenlace de una operación de venta en la que este grupo fue durante meses la primera opción, hasta que "por razones que se escapan de nuestras manos", según Enrique Rodríguez Zarza, se desbarató el acuerdo y Víctor De Aldama irrumpió para ofrecer al dueño las garantías que los italianos buscaban, a contrarreloj, para reconducir el trato.

El abogado granadino, administrador único de la sociedad Augusta BC, reconoció ayer en los micrófonos de Canal Sur que lo intentaron "hasta el final", pero ya "nos dijeron que el martes que lo hacían con el otro comprador y están en su derecho". "Nos recorrimos toda Italia en una fecha complicada como las Navidades, y teníamos atados a tres inversores", indicó, al tiempo que deseó "buena suerte" a Del Aldama y al Córdoba en la andadura que ahora comienzan juntos. "Los dueños tenían que apostar por un riesgo o quedarse con lo seguro, y se quedaron con lo seguro. Lo entiendo", indicó.

La muestra de que Alessandro Gaucci, que iba a realizar las funciones de director deportivo en el Córdoba, tenía grandes esperanzas en terminar dando un giro d la operación es que tenía apalabrados algunos fichajes. De hecho, la sociedad Augusta BC había solicitado al Córdoba un documento de autorización para poder realizar gestiones con futbolistas y formalizar contrataciones, que posteriormente se activarían en el momento en que se concretara la venta. El joven empresario romano exprimió sus buenas relaciones con el Catania -el club de referencia en el accionariado de Augusta, que finalmente se desmarcó "por la filtración del nombre del magnate Nino Pulvirenti a la prensa", según Zarza- llegando a un acuerdo con el centrocampista argentino Adrian Ricchiutti, que tenía un preacuerdo con el Padova pero lo frenó por la posibilidad de acabar en El Arcángel. Esa gestión trascendió en la página tuttomercatoweb.com, en la que se revelaban las gestiones de Gaucci en nombre del Córdoba.