El gol se cuece a fuego lento

El gol es el producto más demandado en el fútbol actual. Se paga caro -muchas veces más de la cuenta- y difícilmente se sustenta por el aval del pasado, que cae en saco roto en el momento en el que vuelve a rodar el balón. Es por eso que no fallar en la elección del delantero, del hombre que marque diferencias en la parcela ofensiva, es vital para cualquier equipo para estar cerca de su objetivo, más si cabe si es meterse en la pelea por algo grande, como un ascenso. El Córdoba, con la experiencia fallida de Jean Paul Pineda del pasado verano aún muy presente -entre otras cosas porque el chileno tiene una temporada más de contrato, bien pagado-, continúa rastreando el mercado a la caza y captura de un nueve que, de momento, cubra las salidas seguras de Xisco y Raúl de Tomás. Y, dependiendo de cómo termine el culebrón Florin del que aún no se divisa una solución, esa búsqueda deberá ser aún mayor, pues compensar el flujo de juego y goles que aporta el rumano no es tarea sencilla (de ahí las altas pretensiones económicas del club a todo aquel que quiera hacerse con los servicios del internacional).

Con todos esos condicionantes, la dirección deportiva que lidera Emilio Vega está cociendo a fuego lento el ramillete de recambios que necesariamente tendrán que poner a disposición de Oltra para el curso venidero. Hay que buscar perfiles diferentes y solventar alguna que otra situación. Por un lado, Xisco conoce el interés por su continuidad, aunque en condiciones salariales diferentes a las del contrato que expiro hace unos días. Por otro, Pineda tiene la puerta de salida abierta, como ya las tuvo en enero, a la espera de que algún club le haga una propuesta interesante que dé carpetazo a su aventura en blanco y verde. Y luego está el capítulo de incorporaciones.

Aunque el mercado de delanteros en Segunda División está parado, hay aún nombres apetecibles. Entre los más perseguidos, Fran Sandaza, avalado por una buena campaña en el Girona y libre ahora tras su aventura en Japón. También se ha puesto en el escaparate Aníbal Zurdo, que no continuará en Tarragona, y no son pocos los que ya han preguntado por la situación de Pablo Caballero, revalorizado por su buen año en el Lugo. Además, ya vinculado al Córdoba, sigue estando Rodri, que con la competencia que le ha llegado en Pucela y tras tener un pie fuera en el mercado de invierno podría buscar destino para relanzar su carrera.

Pero lo que está claro es que la oferta es escasa y, por lo tanto, el precio ahora mismo es alto, algo que obliga a saber jugar con los tiempos. Con todo, ya hay algún equipo como el Getafe o el Valladolid que han dado un primer golpe encima de la mesa. Los azulones, en esa reconstrucción obligada tras el descenso a la categoría de plata, han confiado en el veterano Jorge Molina, que tras sus exitosas campañas en el Betis quiere seguir haciendo goles en el Coliseum a sus 34 años. En Pucela, su apuesta es más joven, pero igualmente atractiva: Mata, que viene de cuajar una notable campaña en el Girona y ahora hace el camino hacia tierras castellanas junto a su compañero Becerra.

Además, los otros arietes que ya han encontrado acomodo son Álvaro Giménez, que cambia Elche por Alcorcón; el excordobesista Natalio, que llega al recién ascendido y debutante UCAM Murcia tras su paso por el Llagostera; Acuña, que pasa del Mallorca al Numancia, y Borja Lázaro, que tras colaborar en el histórico ascenso del Leganés se ha comprometido con el Huesca. El CCF, mientras, se lo toma con calma.