España golea a Hungría en Vista Alegre (7-0)

España volvió a Córdoba 23 años después. Y como entonces, lo hizo para regalar una victoria, sin tanto valor pero igualmente importante ante un combativa Hungría (7-0). El combinado nacional se encuentra en plena fase de reconstrucción tras la salida de José Venancio López y la llegada de Fede Vidal al banquillo. En el horizonte queda la fase de clasificación para el Mundial de Lituania'20 que para los combinados de segundo nivel arrancó este martes, pero que para la Roja lo hará en octubre. Hasta ese momento cumbre del año hay tiempo más que de sobra para seguir puliendo detalles, si bien parece claro que la estrategia, la pizarra está más que afinada.

Porque la victoria de la selección española, que descartó a Ortiz y Miguelín para dejar tres rotaciones completas, que se alternaron sobre la pista cada tres-cuatro minutos, se fraguó a pelota parada. Ante un conjunto magiar que poco a poco va recortando distancias con las mejores del certamen continental, España encontró en ese arma ya habitual el mejor antídoto. Y eso no quiere decir que no fuera superior a su enemigo, que lo fue, con ese juego compacto y lejos de florituras, pero tremendamente efectivo.

Consciente de su inferioridad técnica, Hungría planteó el partido con una presión muy alta desde el mismo pitido inicial. Un argumento de contención que con el paso de los minutos le costó aguantar, fruto del cansancio, lo que permitió al combinado nacional aparecer con más frecuencia con peligro ante el portal magiar. Bebe, el único cordobés en la citación tras la desgraciada lesión de Andresito, tuvo una primera y doble ocasión en la que se encontró con Alasztics.

Con la primera rotación y la entrada del debutante Juan Emilio, España pasó a jugar más de pívot, y eso generó una acumulación de faltas que terminaría siendo decisiva. El jugador del Peñíscola tuvo el gol al recoger un balón suelto que quiso dirigir al ángulo antes de que Rábl asustara por primera vez a Jesús Herrero con un mano a mano bien resuelto por el meta. Casi sin tiempo para el regusto húngaro, Sergio Lozano rompió el equilibrio en el marcador con un libre directo lejano en el que sorprendió a todos.

Pese a la ventaja, el choque siguió por los mismos cauces ante una Hungría que mantuvo el tipo a la perfección. Pero entonces, tras un par de intentos consecutivos de Raúl Campos -el segundo lo sacó en la línea de gol Tatai-, el trabajo de pizarra de Fede Vidal volvió a dar recompensa. Tolrá la puso desde la esquina y Fernan conectó una volea de derechas que superó a Alasztics con suspense.

Esta vez, el combinado centroeuropeo sí notó el golpe, lo que sumado al cansancio posibilitó más llegadas de la Roja, y más continuas. Eric Martel se encontró con el meta, Fernan ajustó demasiado al palo (por fuera), Bebe halló la buena respuesta de Alasztics a un intento inverosímil de vaselina en el área... Hasta que Aicardo, con un doble penalti, subió el tercero con un toque sutil de zurda. Y no acabó ahí el empuje de la selección española antes del intermedio, aunque Adolfo se encontró con el poste en otra acción a balón parado y Raúl Campos no pudo dirigir su zapatazo al ángulo.

Segunda parte de trámite

Con el partido encarrilado, la segunda mitad fue un punto más alocada, con menos control y, por lo tanto, con más ocasiones. Komaroni abrió las hostilidades con un toque sutil que luego repitió Tatai, encontrando ambos la manopla de Jesús Herrero. El Búfalo Lozano dio la respuesta tras otro balón parado, y después de dos apariciones de Lin sin remate, para lucimiento de Alasztics.

El partido, ya más vistoso para el espectador -y quizás menos del gusto de los entrenadores-, pasó a igualarse mucho más, pues Hungría empezó a tirar de descaro para amenazar el arco español. Pero la diferencia entre los buenos y los mejores está precisamente en dar en la diana cuando te dan la opción de disparar. Así lo entendió Juan Emilio, que siempre recordará Córdoba por ser el lugar en el que anotó su primer gol con la absoluta, al culminar una contra de tiralíneas. Acto seguido, Raúl Campos hizo el quinto para terminar de borrar del partido a los magiares.

Porque con todo perdido, y con el objetivo de maquillar el resultado y celebrar al menos un gol, el seleccionador húngaro se la jugó con el portero-jugador. La jugada no le salió nada bien. Fernan, en una brillante acción individual -con el cambio en la meta efectuado- y luego casi a puerta vacía tras un robo de Adolfo, dieron forma a una goleada a la que, para ser completa, sólo le faltó el gol de Bebe, que lo buscó hasta el final. Hoy tendrá una nueva oportunidad en Pozoblanco (Municipal Juan Sepúlveda, 20:30) en un nuevo compromiso ante Hungría previo al gran Desafío con Brasil.

Ficha técnica

España: Jesús Herrero; Bebe, Pola, Lin y Rafa Usín -cinco inicial-, Aicardo, Adolfo, Sergio Lozano, Juan Emilio, Marc Tolrá, Fernan, Eric Martel y Raúl Campos.

Hungría: Alasztics; Komaroni, David, Tatai y Rábl -cinco inicial-, Klacsák, Miklós, Siska, Boromisza, Hajmasi, Kondás y Takács.

Goles:1-0 (5') Sergio Lozano. 2-0 (9') Fernan. 3-0 (16') Aicardo. 4-0 (30') Juan Emilio. 5-0 (32') Raúl Campos. 6-0 (34') Fernan. 7-0 (35') Fernan.

Árbitros: Cordero y Ramos. Amonestó a Aicardo (16), por España; y a Alasztics (24), por Hungría.

Incidencias: Unos 3.000 espectadores en Vista Alegre.