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Con la fe como delantero centro

  • José González explica que los jugadorse "tienen que creer" que es posible la salvación para ganar el decisivo choque ante el Xerez · Dice no saber nada de que haya estado a punto de ser despedido, pero "no me hubiera extrañado", reconoce

Es lo que les queda. Tener fe y considerar que más abajo (casi) no se puede estar. Ésa es la mentalidad que está intentando transmitir el entrenador del Córdoba, José González, a sus jugadores durante toda esta semana. El único aliado que tiene el conjunto blanquiverde es, precisamente, su propia desesperación. Esa sensación de que todo se ha acabado. Y, sin embargo, quedan aún seis fechas.

Porque González sabe muy bien lo que es sufrir en situaciones extremas y salir airoso. ¡Si es de Cádiz, pisha! La lección que la vida le dio en la Tacita es ahora dogma. De fe: "Igual en seis jornadas hacemos lo que no hemos hecho hasta ahora. Vengo del Cádiz de los milagros, en el que un grupo de chavales éramos capaces de remontar situaciones imposibles en la clasificación".

Sin citar el año (fue en el 92), contó una de ellas: "Yo he ganado cuatro partidos seguidos en Primera por uno-cero cuando nos estábamos jugando la permanencia. Incluso lo hicimos en uno sin tirar a puerta, porque metió un gol en propia meta Manolo Hierro increíble en Tenerife". Resumen de todo lo dicho: "La clave es creer. Tener fe".

Pero ¿en qué creer? El nombre del técnico fue puesto en el disparadero esta semana como carne de cañón de un consejo que debatió la opción del cese. Él no sabe nada: "Ni lo he escuchado, leído o visto. No lo sabía".

En todo caso, José es consciente de que no puede hacer nada si mueven ficha o se cansan de su trabajo: "La misma potestad tenían para traerme que para echarme. Los resultados no son malos... son malísimos. Así que no me hubiera extrañado que hubiesen tomado esa decisión".

Sin embargo, que nadie piense que el entrenador se encuentra mejor por salir airoso de ese juicio: "Estoy dolido, fastidiado y todo lo que se puede estar después de tener tres puntos menos con los que podíamos contar perfectamente tras lo de Elche". Pero tiene claro que, a partir de ayer, tienen que "estar con la cabeza alta y puesta en el Xerez. Hay que sacar el carácter necesario para afrontar este partido".

Para la decisiva batalla del domingo tiene muchos peones de menos. Eso sí, podría recuperar a dos efectivos para el centro del campo: Endika y Javi Flores.

José explicó que el vasco "ha hecho el trabajo bastante bien", aunque el propio Endika confesase que aún nota molestias y podría actuar infiltrado.

Por otra parte, acerca de Javi Flores, subrayó que "ha entrenado con normalidad". En suma, son "son dos buenas noticias porque en esa parcela precisamente estábamos fastidiados". No obstante, las muchas bajas podrían precipitar la inclusión de algún canterano (Álex, Marcos...): "Aún no sé si podré completar con gente de la primera plantilla. Mi intención es levantar el ánimo".

Tardó mucho en responder el gaditano a si algún jugador de su plantilla le ha decepcionado en algún sentido. Unos segundos de reflexión. "No es el caso del comportamiento del grupo cuando entrena. Se entrena fantásticamente durante la semana. Si estamos fallando es en momentos puntuales del partido. Yo intento corregirlo con trabajo. Estoy decepcionado con lo que hicimos, pero mi idea es revertir eso y no volver a hacerlo". En ese mismo sentido, fue interrogado sobre la actitud de Pablo Ruiz y de Juanlu (expulsados en Elche): "El perjuicio es grande y ellos lo lamentan. Son errores intolerables".

Por último, una reflexión genérica. ¿Se arrepiente de haber venido a Córdoba después de todo lo que está viviendo? "No, no me arrepiento de lo que hago. De lo que no haga quizá sí alguna vez. Lo único que me queda es dignidad y trabajo. Y eso será hasta el último minuto. Es un orgullo ser entrenador del Córdoba".

Ya saben la receta de salvación: Fe, esperanza... y calidad. Y cuarto y mitad de fútbol, si puede ser.

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