"Es duro caer derrotado así, de esta manera tan inmerecida, pero nuestro aliento nunca faltará". Cordobamania, desde su creación el 6 de enero de 2001, siempre ha caminado al lado del Córdoba. Este colectivo, que ha cumplido ya 15 años desde su nacimiento, es una familia en blanco y verde.

A pesar de que el equipo ha pegado un bajón en esta segunda vuelta, que le costó salir de los puestos de privilegio, muchos seguidores de esta peña no quisieron perderse la cita en el mítico Carlos Tartiere, un estadio en el que se respira fútbol por los cuatro costados. Eso sí, tocaba cruzarse España de Sur a Norte, algo que no era un problema para los peñistas cordobesistas, que quisieron dar calor a su equipo en un templo de los más animosos de Segunda.

Con un viaje que arrancó en la madruga del sábado, las horas en el autobús fueron pasando con un buen ambiente entre todos los desplazados. Hubo tiempo para visitar muchas zonas de Asturias, incluso para conquistar el Cabo de Peñas. También para degustar buena comida e incluso para disfrutar de las vistas desde Santa María del Naranco. Desde allí se veía el Carlos Tartiere, que poco después acogió la llegada de los cordobesistas.

Nada más comenzar llegó el gran disgusto, pero el equipo se vino arriba y por ende la afición. El único pero es que el gol no llegó y eso desesperó al cordobesismo. Al final, sea por la maldición de jugar en la matinal o porque el CCF nunca ha ganado en el templo asturiano, el fútbol fue injusto ayer con el cuadro de Oltra. Tras unos minutos de desilusión por los puntos perdidos en una cita clave para el play off, los seguidores cordobesistas se vinieron arriba y salieron cantando del Tartiere. Luego, tocó seguir la ruta por la ciudad ovetense, de la que se despedirán hoy para partir hacia Córdoba.

Por otro lado, otros peñistas de Cordobamania, que no pudieron desplazarse para apoyar al Córdoba, no quisieron perderse la cita de ayer del Recreativo frente al Melilla. El Decano, club hermano del blanquiverde, no vive su mejor momento, pero ayer volvió a contar con presencia cordobesistas en las gradas del Nuevo Colombino. No hubo final feliz tampoco en Huelva, pero sí un bonito gesto de una peña que vive el fútbol a lo grande. Sus 15 años al lado del CCF avalan su calidad.