La experiencia de Santi

El leonés regresa esta temporada cargado de intención para demostrar cómo juega el verdadero Carpintero, el que por unas razones u otras no mostró el curso anterior

Santi Carpintero, en una de las terrazas del hotel Barceló Costa Ballena.
Cisco López / Rota / Enviado Especial

28 de julio 2009 - 05:02

Año nuevo… "vida nueva". Santi Carpintero se apresura a pasar página. El leonés no saboreó su primera aventura blanquiverde, y esta temporada quiere quitarse la espina. Está centrado en el trabajo y no mira más allá del próximo entrenamiento, algo que le dice su "experiencia". Hace un año llegó predestinado a convertirse en el jefe del centro del campo, y acabó viviendo más partidos desde el banquillo o la grada que en el terreno de juego. Por eso, su mirada al frente no pasa de mañana, ya que "marcarse un objetivo más allá, yo por lo menos no lo voy a hacer este año". Y eso que augura un futuro halagüeño para un CCF que causará "sorpresa" entre una afición ahora algo incrédula, pero que quiere "que vengan jugadores con hambre, que salten al campo y lo den todo, aunque al final estén más o menos acertados". Si es lo segundo, mejor que mejor. Y es que por pedir, que no quede.

Un cambio de entrenador en el primer tercio liguero, una lesión cuando su motor diesel estaba empezando a carburar y algún que otro secreto que no verá la luz acabaron enterrando la primera temporada de Carpintero en el Córdoba. El pivote tiene claro que no estuvo al nivel esperado, pero "creo que más gente se fue de vacaciones pensando que se podía haber hecho más; irte con esa sensación no es bueno, porque podíamos haber hecho algo un poquito más bonito y haber acabado mejor. Pero, conseguimos la permanencia que al final era lo que se perseguía y yo, por lo menos, vengo aquí con las pilas cargadas para este año intentar estar mejor y llegar mucho más alto". Mirar para atrás, "nunca".

Porque Santi admite que acabó "jodido" en su primera campaña como cordobesista porque "los años pasan y las oportunidades también". "La Segunda División es una categoría complicada, pero en la que si lo haces bien puede ser un trampolín para mucha gente. Quizás el año pasado no supimos aprovechar eso, porque hubiese sido una oportunidad muy bonita de darse a conocer y ver lo bueno del fútbol, las victorias", sentencia.

Este año, al menos a priori, el panorama es bien diferente. Es una apuesta arriesgada, pero una "apuesta por la ilusión y las ganas" marcada por un acentuado rejuvenecimiento del grupo. Pero es que "cuando Messi, Iniesta, Xavi, Puyol y toda esa gente llegaron al Barça, eran jóvenes, no llegaron con una experiencia enorme. Todo el mundo necesita un pequeño punto de apoyo para comenzar una carrera y yo creo que es lo que se les ha dado a estos jugadores este año. Se les ha dado una gran oportunidad de jugar en Segunda División. No creo que sea el momento de decir que ya lo han hecho todo en el fútbol, sino todo lo contrario, intentar demostrar que valen para esta categoría y otra superior".

La apuesta 2009-10 del CCF estará liderada por un viejo zorro en esto del fútbol: Lucas Alcaraz. El leonés no había coincido aún con el granadino a pesar de la extensa trayectoria profesional de ambos, pero en esta semana escasa de trabajo ya le ha dado tiempo a conocer "sus cartas". "Lucas conoce perfectamente la categoría y sabe perfectamente también lo que quiere. A partir de ahí, nosotros tenemos que mejorar mucho y perfeccionar lo que él nos pide; al final, si hay buena sintonía entre el grupo y él se pueden hacer grandes cosas", argumenta el mediocentro.

Con estos mimbres, Carpintero espera que esta temporada se vea su mejor versión, pues "para eso estoy entrenando". Pero no lo tendrá fácil. Entre otras cosas porque "el míster nos exige mucho y nos va a exprimir; así, el que juegue seguramente va a dar el cien por cien porque va a estar preparado para ello". Por lo tanto, la batalla por entrar en el once titular va a estar competida, algo que redundará en el bien colectivo: "Si conseguimos que el míster tenga dudas en quién va a jugar, va a ser muy bueno para el Córdoba, para el grupo y para cada uno individualmente".

Quizás, este carrusel de cambios es lo que necesitaba el club para dar el ansiado salto de calidad y vivir de una vez por todas alejado del sótano de la tabla. Y es que "si hasta ahora no se ha conseguido lo que todo el mundo perseguía y este año se ha dado un giro, pues ojalá sea esta la dirección que tiene que seguir el Córdoba". Que así sea Santi.

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