El recuerdo de los campeonatos conseguidos, las fases de ascenso frustradas y el temido descenso final llegan a la memoria del máximo dirigente cuando se ha optado por empezar de cero.

-¿Por qué se ha tomado la decisión de empezar en Provincial?

-Después de muchos años intentando dar el salto, ha sido un gran sacrificio sin recompensa y nos hemos venido un poco abajo. Además, no solo no ascendimos sino que la Federación nos bajó una categoría y no nos sentíamos motivados en el nuevo sistema creado, donde priva lo económico a lo deportivo y en ese sentido el Montilla ya había tocado techo. Además, hemos descendido a Primera Nacional y ante eso hemos decidido volver a los orígenes. A pesar de las reuniones con la alcaldesa no lo hemos visto claro y tomamos esta decisión. Otro pero es que el mercado cordobés se estaba convirtiendo en una locura, era más el precio que la calidad que se pedía y la Liga Provincial no te ofrece un gran nivel, pero es una etapa más. Una etapa de transición donde no se nos caerán los anillos.

-¿Va a seguir en el cargo?

-Sí, seguiré al frente. Tenemos el equipo compuesto y al nuevo entrenador. La profesionalidad la tenemos y un nuevo sponsor, por lo que las ilusiones están intactas.

-Ésta era la única salida.

-Tal y como está el panorama, sí era la única salida. Ha sido un gran esfuerzo personal y económico. Ahora toca vivir esta situación y no nos crea ningún trauma. Hemos sabido ganar y perder, y Montilla seguirá siendo un referente en el baloncesto.

-¿Ha costado decidirse?

-Hombre, cuando has tenido caviar, ahora comer huevo frito... pues imagínate. Hemos tenido jugadores que ahora están en superior categoría y hemos sido referencia en Córdoba en los cuatro últimos años. En el baloncesto se está pirateando demasiado el tema de agentes y jugadores. Pagar por un jugador por calidad, siempre, pero por un jugador que no ha demostrado nada, no. Esto es un punto y seguido en mi vida baloncestística.

-¿Con qué recuerdo se queda de estos años en EBA?

-Quizás el mejor momento es la fase en Montilla, viendo la salida de los jugadores con ese público entregado. Ha habido buenos y malos momentos, y lo peor que llevo es que la gente se quede sin baloncesto del bueno.