No mereció ganar y, al menos, empató. Esa fue la lectura de Oltra y esa fue la realidad que se vio sobre el césped. El Córdoba volvió a carecer de dominio del balón y tiró a la basura una primera mitad en la que, con todo y con eso, pudo irse por delante si Caro no llega a tapar su tanto con un grosero error para servir en bandeja el empate.

El choque arrancó con escaso ritmo y sin dominador claro. La tela de araña que tejió Paco Herrera en la medular (con cuatro hombres jugando en posiciones interiores) secó la salida de balón del Córdoba y llevó el partido a un vaivén sin llegada al área por parte de ningún equipo, porque los pucelanos tenían el balón pero tampoco llegaron a disparar. Ante la falta de ideas, la agitación llegó fruto de la estrategia y ahí el CCF golpeó primero con algo de fortuna. Sin embargo, lo que Caro dio, Caro lo quitó, con un error que propició el empate de Míchel Herrero.

Poco tardó Oltra en agitar el dibujo de su equipo tras el descanso. El técnico lo intento primero metiendo a Juli por dentro y dando entrada a Bergdich, además de relevar a Donoso por Pedro Ríos. Más tarde, se la jugó y acabó con tres hombres en defensa al sacrificar a Samu para dar entrada a Piovaccari. Bergdich tuvo para sí toda la banda izquierda y el choque entró en una fase más dinámica, aunque ya no fue suficiente.