"El equipo se rehízo pese a los errores"

Minuto 94. Cuando aún se escuchaba el eco en el graderío del gol de Yordi, un zapatazo de Mantecón calló súbitamente a El Arcángel. Entonces apareció Raúl Navas para despejar los fantasmas del pasado y desesperar a todo el Castellón. Metió una mano que no le "hubiese gustado meter" porque eso habría significado un poco menos de sufrimiento. Una acción por la que fue felicitado por varios de sus compañeros, que le dijeron: "Enorme". Navas confesó no ser consciente de cómo lo hizo: "Tenía un subidón por el gol de Yordi y es lo que me ha dado fuerzas para sacar esa mano". El cancerbero, gran héroe del choque, comentó sobre el desarrollo que "en la segunda parte sabíamos que teníamos que salir a por todas y hemos tenido a todo un Castellón en su área. El equipo se rehízo pese a los errores y ahora estoy con el subidón".

Porque también reconoció el gaditano su parte de culpa en el primer tanto del rival: "Mario Rosas trata de hacerme una vaselina y yo tenía que ir hacia atrás y por eso quedó la pelota muerta y él remacha. Si nos hubiésemos hablado, eso no nos hubiera pasado".

"Lo de la semana pasada está totalmente olvidado con esto", añadió el guardameta, quien se congratuló de que "lo mismo que la semana pasada perdimos dos puntos en el último segundo y hasta el jueves estuvimos fastidiados, ahora nos toca lo contrario".

El portero trataba de relativizar la importancia del triunfo: "Son tres puntos más y a seguir sumando", aunque no podía ocultar que "es importante porque aunque a nadie le gusta ganar como hemos ganado te sirve para corregir errores. Ahora sabemos que pasito a pasito tenemos que seguir, porque el Córdoba no se merece estar donde está".

Pierini metió un gol y no fue con su cabeza. Rara avis. Feliz avis. Con gracia explicaba reivindicándose que "Yordi le dio al palo y como buen buitre yo estuve ahí para marcar". El capitán relató que "el fútbol dicen que da y quita y hoy nos dio lo que nos quitó la semana pasada". Lo lograron sobre todo "teniendo más acierto que en Girona". En cualquier caso, "nos vamos muy contentos. Ya podemos dormir más tranquilos. Hemos ganado en casa contra un buen equipo y ahora podemos ir con más tranquilidad a Tarragona".

En el debe, el sufrimiento y el gol de la primera mitad y al final. El central fue claro: "Somos un equipo de pardillos, porque dejar una ocasión en el último segundo en lugar de despejar... Lo hacemos bien noventa minutos y en una misma jugada cometemos varios errores y tiramos por la borda todo lo hecho".

Sin embargo, ayer era un día para festejar, porque "para un equipo en nuestra situación, remontar no era fácil. El equipo tiene alma, tiene huevos... La gente nos ha apoyado cuando hemos sufrido y así creo que se nos van a escapar pocos puntos".

Rubén completó ayer otro buen partido. El zurdo decía sentirse "muy contento" tras la victoria "remontando en nuestro campo, que es algo muy positivo y señal de que no nos rendimos". Reconoció el lateral que en vestuario reflexionan sobre que "los goles nos lo metemos nosotros. En una misma jugada hacemos cuatro fallos".

De hecho, antes de que se adelantaran en el marcador los castellonenses, Rubén comentaba que "por ocasiones nosotros hemos podido meter antes". Así que luego tuvieron que remontar "a base de creer en nosotros mismos" y así "hemos conseguido el objetivo". La victoria, y sobre todo la forma en la que se ha conseguido, fue muy especial: "Han sido tres puntos muy importantes para nosotros", pero sobre todo, y es "lo que más contento nos deja", es que "en El Arcángel nos estamos haciendo fuertes y esperemos seguir sumando de tres en tres". Próxima estación en casa, el Eibar. Un rival directísimo.