Otro ejemplo de la herencia de Cruyff 20 años después

Todo el mundo lo intuía, pero el propio Ferrer lo dejó claro en su presentación. Su espejo es el Barcelona de Cruyff, con el que jugó seis temporadas (90-96) como pieza fija en el lateral derecho del equipo que abrió la era moderna del fútbol español. Lo que aprendió con el holandés lo tratará de plasmar en el CCF como herencia de un estilo que 20 años después sigue vigente.

Porque Cruyff cambió la mentalidad general e inoculó un veneno que se expandió entre todos los que le rodearon. Porque al igual que Ferrer, hasta 37 de los jugadores que pasaron por sus manos en el Barça fueron después técnicos siguiendo el evangelio del toque, el gusto por el balón y el 3-4-3 como filosofía vital (aunque sus herederos se han retraido hasta un 4-3-3).

Cruyff llegó al banquillo del Barcelona en la temporada 98-99, y 11 de los miembros de esa plantilla fueron después entrenadores. Además, otros tres (Amor, Begiristain y Zubizarreta) se convirtieron en directores deportivos. Alexanko, Bakero, Carrasco, Eusebio, Serer, Milla, Roberto, Roura, Sergi, Unzue y Valverde ejercieron de herederos de una forma de ver el fútbol. Otros nombres se fueron sumando, y en el once inicial que ganó la Copa de Europa en Wembley en 1992 estaban, además del propio Ferrer, Eusebio (ahora en el Barça B), Guardiola y Michael Laudrup, hasta hace unas semanas entrenador del Swansea.

Roberto, que en la temporada 04-05 pasó por el CCF, explicó hace unos meses en El País que "Johan cambió la historia del fútbol. Por su alegría para transformar el fútbol moderno de ataque".

Porque durante los ocho años que Cruyff pasó en el Camp Nou (1998-2006), creó un estilo propio con protagonismo para el mediocentro creativo -con Guardiola como máximo exponente- y una delantera mortífera, aunque le han salido discípulos de todos los colores. Tras deslumbrar en el Barça, Pep sigue batiendo récords en el Bayern de Múnich, Ronald Koeman dirige al Feyenoord desde 2011, y Stoichkov fue hasta seleccionador búlgaro antes de convertirse en propietario del CSKA de Sofía. Quizás Valverde (ahora en el Athletic) sea el alumno más aventajado que queda en España, aunque otros como Sergi Barjuán (Recreativo) o Lluis Carreras (ex del Sabadell) siguen defendiendo ese estilo valiente y vistoso.

Con un ofensivo y arriesgadísimo, Cruyff hacia jugar a los delanteros por la banda (Stoichkov por la derecha y Begiristain por la izquierda) así lograba que los mediocampistas pudieran subir al ataque y sorprender al rival. El Barcelona desplegaba un gran juego en ataque y mostraba una gran fortaleza en el mediocampo con jugadores que también equilibraban al equipo ayudando en defensa, aunque siempre se le achacó a aquel Barça que encajaba muchos goles por desatender las labores defensivas.

El caso es que desde que salió del Camp Nou, apenas una decena de jugadores culés optaron por el banquillo como profesión. Luis Enrique, Blanc, Pizzi, los De Boer, Pellegrino, Kluivert, Cocu, Litmanen y Gerard se animaron a entrenar, pero ya nada será igual. Ésa es la escuela que vivió Ferrer, el nuevo jefe del CCF.