La duda se despejó al filo del descanso

GRANADA | CÓRDOBA · MARCAJE AL HOMBRE

Javi Flores, titular por segundo partido consecutivo en el doble pivote, pasó desapercibido · La amarilla que vio en el 43' le impide estar ante el Recreativo

Cisco López / Granada

29 de noviembre 2010 - 05:02

Después de focalizar hace una semana toda la frustración de la afición de El Arcángel, Javi Flores siguió como encargado de dirigir el juego ofensivo del Córdoba en la visita a Los Cármenes. Con el derbi de la hermandad ante el Recre -nada que ver con lo vivido ayer- en el horizonte, hubo quien dejó caer durante la semana con tono algo malicioso que el cordobés sería amonestado en tierras granadinas y cumpliría sanción frente a los onubenses. No es que el jugador quisiera borrarse para ahorrarse otro posible mal rato, ni muchísimo menos, pero al filo del descanso el catalán David Miranda Torres le enseñó la cartulina amarilla -cortó con la mano un pase interior que buscaba a Dani Benítez- que le obligará a ver el próximo partido desde la grada. Será entonces una buena ocasión para ver si, como muchos piensan -al menos sus hechos así lo demuestran-, el de Fátima es el único culpable de todos los males del equipo o si, por el contrario, sólo es uno más dentro de la absoluta mediocridad en la que se mueve el CCF en las últimas semanas.

La confianza que Lucas tiene en Javi Flores no es nueva. De hecho, desde su llegada al banquillo cordobesista hace temporada y media, el cordobés es uno de sus intocables. Siempre juega, ya sea tirado a la banda o, como en las dos últimas semanas, por el centro. Muchos han insistido en que ésa es su verdadera posición, en la que más ha brillado desde que dio el salto al primer equipo hace ya seis campañas. Es cierto. Pero aquello fue en Segunda B, donde las exigencias y la superioridad mostrada por aquel Córdoba hacían todo mucho más fácil. En esta Liga Adelante hace falta mostrar más de lo que hasta ahora ha expuesto Flores para manejar un partido. Tanto a la hora de construir como a la hora de defender.

En Los Cármenes, buen campo y con un césped en perfecto estado, la apuesta de Alcaraz de contrarrestar el teórico poderío nazarí con un doble pivote eminentemente ofensivo -junto a Javi estaba Jorge Luque- funcionó durante el primer cuarto de encuentro. Con una fuerte presión adelantada, el CCF maniató al Granada y jugó al ritmo que más le interesaba... hasta que consiguió el objetivo de adelantarse en el marcador. Eran minutos en los que Luque se dejaba ver y en los que se echó en falta una mayor presencia de Flores, al que le cuesta un mundo dar el paso al frente. Una vez se dejó ver por el área de Roberto, pero no se entendió con Arteaga y ambos hicieron malo el buen pase de Oriol Riera a la frontal.

Tras el 0-1, el Granada se lanzó hacia la portería de Raúl Navas. Y ahí es donde salieron a relucir las carencias que tiene Javi Flores para ejercer de líder. Siempre llega un segundo más tarde que el rival, pierde el sitio con demasiada asiduidad y el juego entre líneas a la espalda suya y de Luque empezó a matar poco a poco al CCF. En una acción así llegó la jugada que le obligará a descansar ante el Recreativo el próximo sábado. Llegó tarde a cerrar la combinación entre el frente ofensivo del Granada y tuvo que meter la mano para frenar el ataque. Tarjeta de libro que ni siquiera protestó. No hubiera tenido ningún sentido.

Tras el descanso, el acoso albirrojo, lejos de bajar, creció. Era la hora de mover ficha. Y la primera que movió Alcaraz fue en el centro, reforzando el centro del campo. El 4-2-3-1 era el mismo, pero la fisonomía otra bien diferente. Tocaba defender. Por eso, quizás condicionado por la tarjeta, el sacrificado fue Javi Flores, relevado por Beobide. Se fue entre silbidos. Unos pitos, sin ninguna duda, muy distintos a los de hace una semana en El Arcángel.

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