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alcorcón | córdoba · EL RIVAL

Por segundo año consecutivo, el cuadro alfarero pelea por entrar en el 'play off'

Babin salta por encima del zaragocista Zuculini durante el partido de Copa en Santo Domingo.
Babin salta por encima del zaragocista Zuculini durante el partido de Copa en Santo Domingo.
Cisco López / Córdoba

21 de abril 2012 - 05:02

Sin hacer ruido, el Alcorcón ha entrado otra vez en la pelea por el ascenso. Y, al contrario del curso pasado, ahora no está dispuesto a bajarse del tren. A su fortaleza en casa se ha unido una notable respuesta a domicilio, donde suma siete victorias. Todo sin perder un ápice el estilo que imprime Anquela: garra y solidaridad atrás, verticalidad en ataque y optimización de la estrategia. El técnico ha sabido dar continuidad al bloque que sorprendió en su estreno en la categoría, al que ha incorporado pocas piezas, pero que han encajado sin sobresaltos.

SIN BALÓN

Complicaciones las justas. Ni un regalo atrás. Con esos lemas funciona el entramado defensivo del Alcorcón, equipo que se cierra bien y trata de apretar al enemigo lo más arriba posible. Manu Herrera es indiscutible en la portería y hoy estará especialmente motivado porque intentará regalar un triunfo a su padre, fallecido el miércoles. En los laterales, Nagore ha ganado la partida al joven Expósito en la derecha y Ángel Sánchez es el dueño del lado izquierdo. El centro es para dos viejos conocidos de la afición cordobesa: Babin y Agus, ex del Lucena y el CCF, respectivamente. El galo ha sido duda durante la semana, pero jugará para multiplicar la contundencia de una zaga que en casa cumple en lo suyo y amenaza constantemente en la estrategia.

CON BALÓN

Siendo un conjunto técnicamente dotado para mandar, Anquela tira del juego directo. El Alcorcón está a gusto buscando las segundas jugadas, esperando un error del contrario para ponerlo en aprietos. El jefe de operaciones es Rubén Sanz, que suele estar acompañado por Sergio Mora, si bien en las últimas citas la lesión de éste ha dado más protagonismo a Abraham, jugador criado en La Masía que alivia la creación. Por los costados se han convertido en fijos el veterano Sales y Paco Montañés, quizás el hombre más desequilibrante ahora jugando a pierna cambiada, tirado a la izquierda. De ambos salen la mayoría de balones que Quini trata de embolsar. Junto al pichichi alfarero se alternan Borja, más implicado en la elaboración, u Oriol Riera, enchufado en este tramo final, que es una opción para abrir encuentros.

LO MEJOR

Santo Domingo es un fortín donde el Alcorcón imprime un punto más de intensidad. El momento de forma de Montañés y Oriol, y el olfato de Quini. Necesita muy poco para hacer daño y mata a balón parado.

LO PEOR

Depende en exceso de la aparición de sus hombres determinantes. Le cuesta dar salida al balón desde la zaga y sufre llevando el control.

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