Córdoba Futsal - Peñíscola | La Crónica

El premio al trabajo (2-0)

  • El Córdoba Futsal cierra su crisis con una victoria que le permite salir de los puestos de descenso

  • Perin y Zequi marcaron las diferencias ofensivas en un partido trabado y lleno de alternativas

Lucas Perin celebra el 1-0 ante Molina.

Lucas Perin celebra el 1-0 ante Molina. / Juan Ayala

El Córdoba Futsal sumó su primera victoria de 2021 ante el Peñíscola y sale de los puestos de descenso en la clasificación de Primera División. Dos goles de Perin y Zequi, en el tramo final de cada acto, decantaron a favor del conjunto blanquiverde un partido trabado y con muchas alternativas, en el que le costó mandar por sus problemas en el origen del juego y en la definición ante un rival que pasa a ser rival directísimo por la permanencia al acumular ya 15 jornadas sin ganar y seis derrotas consecutivas (la racha local se quedó en cinco).

De nuevo con público en las gradas de Vista Alegre, los blanquiverdes arrancaron bien, con su quinteto habitual en los últimos partidos, con Shimizu y Saura en pista para alternarse en la posición de pívot. Ese juego con el avanzado creó problemas a los visitantes de salida, aunque sin inquietar en exceso a Molina, si bien poco a poco el Peñíscola ajustó conceptos para proteger a Igor en el uno para uno con el repliegue intensivo del resto.

Pero que nadie confundiera con una defensa hundida de los levantinos. Todo lo contrario. Calcando la propuesta local, y hasta con un punto más de intensidad, iban bien arriba a la presión, dificultando la creación a un Córdoba Patrimonio de la Humanidad que abusó de la conducción en exceso, cayendo en numerosas pérdidas que facilitaban las transiciones de su oponente. La primera la remató Igor al lateral de la red; la segunda acabó con una amonestación a Caio para frenar otra salida rápida del cierre.

Al cuadro de Josan le costaba generar ocasiones ante el notable rendimiento defensivo azulón. Así, el siempre recurrente desplazamiento de Prieto sirvió para asustar por primera vez de verdad a Molina, que falló en la salida y se comió el cabezazo de Caio, que se fue fuera un metro. Con las rotaciones ya prácticamente culminadas por ambos técnicos, Jesús Rodríguez volvió a plantarse ante el meta, pero su intento de vaselina salió un metro arriba tras la buena acción personal de Pablo del Moral.

El partido estaba equilibrado al máximo. El mayor control de la situación de los blanquiverdes no era sinónimo de dominio y, prueba de ello, fueron los intentos consecutivos de Bruno Gomes, Tuli y Rahali a los que les faltó tomar la dirección correcta. Shimizu intentó despertar a los suyos en campo contrario con un zapatazo abajo bien resuelto por Molina, pero dos nuevas pérdidas casi seguidas en el origen a punto estuvieron de provocar el primer movimiento en el marcador: Igor y Rumbo fallaron ante Prieto, que acto seguido también vio perderse igualmente un zurdazo de Arrieta tras un nuevo desajuste atrás.

Jesulito se marcha de Paniagua durante el partido ante el Peñíscola. Jesulito se marcha de Paniagua durante el partido ante el Peñíscola.

Jesulito se marcha de Paniagua durante el partido ante el Peñíscola. / Juan Ayala

Al Córdoba Futsal le costaba. Sin la facilidad inicial para jugar con el pívot, el plan quedaba en manos de algún desequilibrio individual. Del Moral lo intentó tras un ataque por fuera y Shimizu con un tiro libre tras una dura entrada de Rumbo a Caio -el brasileño tuvo que irse poco después dolorido en pie izquierdo, aunque se recuperó y pudo completar el encuentro- que llegó a colarse, si bien el japonés no se percató de que era indirecto.

Pero el 1-0 no se hizo esperar y llegó con la irrupción en el campo de Perin, el último de la rotación de Josan González, que se hizo hueco tirado al perfil izquierdo y lanzó un disparo seco al palo largo que sorprendió a Molina. El gol asentó a los blanquiverdes, que llegaron a rozar el segundo en una buena acción de Jesulito que Igor sacó cuando Zequi esperaba para empujar a la red antes de verse con la amenaza de las cinco faltas, que supo torear a la perfección.

Intercambio de golpes y sentencia casi al final

Ni siquiera el tiempo de descanso ni un tímido intento de Rumbo tras el saque de centro, frenaron el ímpetu cordobesista. Las correcciones tácticas de Josan sirvieron para mejorar el juego sin pelota, sobre todo cuando tocaba apretar en campo rival a un Peñíscola que se salvó nuevamente del segundo y hasta por partida triple, todas en acciones de pizarra. Boyos probó a Molina, Saura hizo temblar el larguero y el propio pichichi local se quedó a un palmo de estrenar su cuenta tras hacerse hueco en el área antes de disparar, forzado, con la zurda.

Esos sustos, sin resultado, al final fueron un buen resorte para el Peñíscola, que amenazó con una carrera de Rahali a la que puso freno Prieto y otra transición rápida que Rumbo no supo conducir a la red. Un problema que luego encontró Perin en el área opuesta, cuando de nuevo a los pocos segundos de ingresar en la pista se hizo hueco sin que su zurdazo fuera definitivo.

El choque se alocó por momentos, algo normal con todo lo que había en juego. Tras una clara contra de Shimizu que cortó Tuli en falta ganándose la amarilla, pero impidiendo el remate a quemarropa del nipón, el propio ala de los levantinos y Paniagua probaron de media distancia a Prieto, que sufrió de verdad tras un cabezazo en anticipación de Orzáez que repelió el travesaño.

Ricardo Mayor supera la marca Paniagua, con Arrieta en segundo plano. Ricardo Mayor supera la marca Paniagua, con Arrieta en segundo plano.

Ricardo Mayor supera la marca Paniagua, con Arrieta en segundo plano. / Juan Ayala

Situación de la que no se libró tampoco el Peñíscola. Molina despejó bien un zapatazo seco de Perin y repelió bien un disparo de Jesulito tras un recorte genial del gaditano, antes de vestirse de héroe para sacar el remate a bocajarro de Saura para culminar una buena combinación ofensiva. Del Moral fue el siguiente en probar fortuna, aunque en su caso sin hallar portería, en una fase de la batalla clave para su desenlace.

Y así lo entendió también Carlos Sánchez, que a falta de poco menos de cuatro minutos apostó por el juego de cinco, con Paniagua, su principal amenaza ofensiva, con la camiseta de portero. Un jugador que, tras un pausado ataque, decidió jugársela con una carrera horizontal que cortó Zequi para plantarse sin oposición en el área y firmar el 2-0. El máximo goleador de los levantinos se fue lesionado y Tuli cogió su relevo en busca de la heroica, que no llegó para respiro de un Córdoba Futsal que, con su primer triunfo de 2021, sale de los puestos de descenso.

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