El Córdoba B sumó un punto de mucho valor ante el Recreativo de Huelva, en un intenso y disputado partido celebrado en El Arcángel, en el que se dieron cita más de un millar de aficionados onubenses que no pudieron celebrar la victoria deseada de su equipo. En un choque que tuvo en la previa los tristes incidentes provocados por un grupo de ultras, ambos equipos demostraron el motivo de su privilegiada situación en la clasificación y se repartieron los puntos con merecimiento, pues el filial equilibró en la segunda parte un mejor inicio de partido de los visitantes.

Arrancó con mucho ritmo el Recreativo de Huelva, tratando de sorprender al filial blanquiverde con Juanjo Mateo y Peter lanzados como carrileros profundos por ambas bandas. Al equipo de Diego Caro le costó unos minutos asentarse y contener el fuerte inicio del conjunto onubense, pero poco a poco el filial mejoró y encontró sensaciones a través de la posesión del balón. De hecho, la primera ocasión clara después de varios acercamientos del Decano fue para el Córdoba B, en una pelota que ganó Naranjo y cedió a Ale Marín para que el extremo sacara un disparo duro que cortó Manu Galán antes de que cogiese portería.

Tras diez minutos de actividad intensa, el duelo se asentó con un Córdoba B más dominador con la pelota, mientras que el Recre se sentía cómodo en su seguridad defensiva y buscaba salir constantemente tras recuperar el balón. La igualdad en el marcador la rompió un tremendo error de los locales. En una acción sin aparente peligro, Tarrés se equivocó al alejar la pelota y habilitó a Adriá Arjona, que no se lo pensó para soltar un derechazo a la escuadra de la portería de los locales.

El gol sentó de maravillo al Decano, que se asentó apoyado por el notable desplazamiento de aficionados desde Huelva, aunque el filial no bajó el pistón en ningún momento. Antes de la media hora de juego, un balón en largo desde la defensa blanquiverde lo ganó Naranjo en la lucha con su par, cedió a Rober y el extremo cruzó en exceso su disparo, con todo a favor.

Mejoró el Córdoba B en esos minutos, ganando presencia en ataque. Casi todas sus acciones destacables partieron de Ale Marín, un constante dolor de cabeza para la zaga del Decano. El extremo se marcó una gran acción individual, dejando atrás a varios rivales, y cedió el balón a Naranjo, cuyo disparo se marchó alto por poco. Antes del tiempo de asueto, de nuevo Ale Marín asistió a Rober, que entrando desde atrás golpeó muy alta la pelota, aunque el balón lo desvió a córner un zaguero.

Ale Marín hace justicia

El segundo tiempo arrancó por la línea en la que acabó el primero. El Córdoba B le había perdido ya el respeto al líder invicto y acaparó el balón, haciendo sufrir a los onubenses mucho más que en la primera parte. Tras varias intentonas por ambas bandas y con el balón totalmente dominado, llegó el tanto que equilibró el encuentro. Un buen centro de Naranjo desde la banda derecha lo despejó de manera deficiente Manu Galán y Ale Marín recogió el balón suelto para empujarlo a gol de primeras.

El filial creció en confianza y moral tras el gol y generó mucha inquietud en un Recreativo de Huelva que quizás había bajado demasiado el pistón tras verse con comodidad en el marcador. El Decano trató de dar un paso adelante y su técnico buscó la reacción con cambios. También refrescó a su equipo Diego Caro, para no bajar la intensidad con la que había logrado equilibrar el marcador.

Perotti gozó de una buena ocasión para el Recreativo de Huelva, con un disparo desde la frontal que se marchó alto. Pero poco más permitió el Córdoba B. Los de Diego Caro se plantaron bien defensa y, aunque las fuerzas ya flaquearon para buscar con más claridad la portería de Rubén Gálvez, tampoco el Decano tuvo mucha claridad de ideas para inquietar la meta de un filial que sigue sumando y que no se doblegó ni ante el potente líder del Grupo X.