De compras sin dinero

Aunque todo apunta a que llegará una última pieza a la plantilla del CCF, lo cierto es que la partida destinada en el presupuesto para el capítulo de incorporaciones está a cero. Fuentes de la parcela deportiva del club han reconocido que "el presupuesto para fichajes está agotado", algo que necesariamente está condicionando los movimientos de la entidad en el mercado.

Paradójicamente, uno de los inconvenientes que está encontrando el club es que, tras la venta de Borja García al Real Madrid Castilla, el Córdoba es visto como un comprador con dinero fresco en el bolsillo y con ciertas necesidades deportivas, lo que puede elevar las pretensiones de los posibles objetivos. Sin embargo, del 1.5 millones en que se cerró la operación, a las arcas del CCF llegó poco más del 60%, ya que el resto se perdió entre la parte a la que tenía derecho el Rayo Vallecano y la comisión del agente del futbolista. De ese dinero (en torno a 850.000 euros), una gran parte ha tenido que ser destinada urgentemente a saldar la deuda que el club mantiene con Hacienda y que debía ser cubierta antes del 10 de agosto. Por eso, esa aparente liquidez no es tal, lo que obliga al club a pelear por los mismos jugadores contra otros rivales más fuertes económicamente.

Porque el club anda enfrascado en varias operaciones que, por el momento, no terminan de cuajar, y puede que el aspecto económico sea determinante. La más deseada por la entidad es el regreso de Dubarbier, pero el Lorient quiere que el club de destino se haga cargo de una amplia parte de su elevado contrato. Además de esa exigencia económica, el cuadro de la Bretaña está decidido a cederlo al Auxerre de la Ligue 2 gala, desoyendo los deseos del jugador de competir en una primera división europea.

El otro frente abierto es el de Braulio. El delantero canario sigue esperando una respuesta del Hércules, con el que tiene un preacuerdo desde hace un mes. El jugador seguía ayer esperando una llamada, "aunque es de agradecer todo el esfuerzo que el club está haciendo. Quieren que vaya a Alicante y eso es algo que hay que tener en cuenta". El propio presidente herculino, García Pitarch, reconoció que los administradores concursales no han dado el visto bueno a la operación debido a los problemas extradeportivos del futbolista, pero pidió abiertamente que "si estamos pidiendo que se reinserten terroristas, porqué no le vamos a dar otra oportunidad a Braulio, que cometió un error". Si el pase al Hércules no cuaja, ahí está el CCF, en una operación que está llevando personalmente el presidente Carlos González, aunque de nuevo podría encontrarse con la inferioridad económica frente a un rival que, pese a encontrarse en pleno concurso de acreedores, está fichando jugadores del peso de Portillo o Fran Mérida.

Y la última opción es la de Wellington Silva. El joven brasileño sigue dejándose querer, y lo último que se sabe es que ayer estuvo cenando en el restaurante Harvest del Paseo de la Castellana, en Madrid. El delantero perteneciente al Arsenal llegó el lunes a la capital de España pendiente de cerrar su cesión a un club español, aunque ayer todavía no tenía destino fijo. "Manejamos un par de opciones", reconoció Richard Law, hombre fuerte de la cantera gunner, que no cierra las puertas al CCF. Aunque el jugador nunca ha terminado de convencer a los técnicos blanquiverdes, a su favor juega el hecho de que llegaría a un coste muy reducido, ya que el Arsenal seguiría corriendo con la mayor parte de su ficha ante la necesidad de tenerlo otro año cedido antes de que obtenga el permiso de trabajo en Inglaterra.

Y a todo esto, Luna Eslava guarda un silencio sepulcral. El director deportivo cordobesista ha decidido no hacer ninguna declaración para no poner en riesgo las operaciones que sigue trayendo entre manos. "Seguimos trabajando, pero no hablo porque cuando abro la boca me puedo pillar los dedos", dijo escuetamente el lunes durante la presentación de Kiko Olivas, el último en llegar a El Arcángel. Seguramente habrá más, pero Luna ha decidido hablar "sólo de cosas hechas".