Un Ciudad de Lucena valiente es arrollado por un efectivo Villarreal

El Ciudad de Lucena se despide de la Copa del rey. No pudo hacer nada ante un Villarreal muy superior en lo físico y en lo táctico. La diferencia de categoría se notó mucho, aunque si por algo debe estar orgulloso el conjunto de Antonio Jesús Cobos, es porque le jugó de tú a tú a todo un equipo de Primera División. Mucha valentía e intensidad que fueron insuficientes para hacer temblar a un Submarino Amarillo que destrozó la adelantada defensa local a partir de demoledores contraataques. Tres goles de Tani Oluwaseyi y un recital ofensivo visitante acabaron finalmente con el sueño copero de los lucentinos.

Marcelino no se tomó el partido como un mero trámite para un Villarreal que ahora mismo es tercero en Primera División. Todo lo contrario. Aunque apostó por jugadores que están siendo poco habituales esta temporada, en el once inicial partieron grandes referentes del equipo como el central Rafa Marín, el lateral zurdo Sergi Cardona, los centrocampistas Pape Gueye y Parejo y uno de sus mejores jugadores en punta: el internacional Ayoze Pérez. Y sobre el terreno de juego, la intención de arrollar ofensivamente a los locales por parte de los villarrealenses fue palpable desde el primer minuto.

Sin embargo, el Villarreal se topó con un Ciudad de Lucena muy atrevido e intenso que supo medirse a su rival, aunque con exceso de valentía. El cuadro lucentino no parecía un equipo de Tercera Federación, jugando con la defensa muy adelantada, haciendo buenas combinaciones en ataque y manteniendo un buen dominio del esférico a nivel colectivo. La verticalidad del cuadro amarillo, sin embargo, fue muy superior y destrozó a una zaga celeste demasiado adelantada al principio del choque. Tras un intento de Manolillo desde lejos sin suerte, en tres pases se plantaron los visitantes en campo rival, pero el centro lateral de Cardona lo envió Ayoze Pérez al larguero.

Fue un aviso de lo que ocurriría minutos después. Aunque el Ciudad de Lucena estaba haciendo mucho daño en la presión alta, tanto que Hugo puso a prueba a Diego Conde tras un robo en campo contrario, la pegada del Villarreal se impuso demasiado pronto: pase filtrado desde lejos de Parejo hacia un Tani Oluwaseyi que se plantó solo ante la portería local y definió con mucha calma para hacer el 0-1. Dos minutos más tarde, en el 18', un contragolpe rápido pilló a Solomon caído en banda derecha, que sirvió un centro raso hacia un Tani Oluwaseyi que remató solo en el corazón del área lucentina e hizo el 0-2.

La gran carta de presentación del Ciudad de Lucena se destruyó en menos de 20 minutos por el exceso de atrevimiento. Por eso atrasó algo la defensa y se dedicó a mantener la posesión. Los celestes disfrutaban con buen juego ante un Villarreal que bajó la intensidad y se dedicó a hacer daño al contragolpe. Hugo despertó la ilusión de la grada con una ocasión fallada. Respondió Gueye, que obligó a la salvada a Froi Leal bajo palos. Justo antes del descanso, Joseliyo tuvo la mejor de los suyos en el partido: un cabezazo cruzado a metros de la meta rival que se marchó desviado y que pudo cambiar el encuentro.

El Ciudad de Lucena no bajó los brazos en la segunda parte, pero el Villarreal saltó al césped con una marcha más dispuesto a cerrar el choque cuanto antes. Mikautadze desde lejos envío un gran disparo que rozó el palo. El larguero rechazó minutos después otro intento de los de Marcelino y Froi Leal le sacó otra providencial a Tani. Fue Ilias quien, en el 60', se perfiló desde la frontal y batió la meta local con un disparo potente y cruzado. El partido se cerró por completo. Para colmo, diez minutos después, Solomon filtró un magistral pase hacia el desmarque de un Tani Oluwaseyi que hizo su hat-trick particular.

Los de Antonio Jesús Cobos morían con la cabeza alta. En lugar de encerrarse atrás, buscaron con ahínco el gol del honor. Querían darle una alegría a su afición y estuvo muy cerca de conseguirlo Canty, que desde la distancia se sacó un trallazo que rozó el larguero visitante. Luego Diego Conde apareció con una gran estirada para evitar ese tanto tan querido por los celestes. De tanto apretar arriba, la zaga lucentina bajó los brazos y sufrió con demasiada facilidad en los minutos finales. Un despiste en un saque de esquina permitió al Submarino Amarillo hace el quinto: Mikautadze se dejó el alma para empujar a gol un balón muerto en el área pequeña.

Tres minutos después, en el 84', Santi Comesaña recibió un buen balón bombeado por encima de la defensa local y superó a Froi Leal de volea. El nivel físico del Villarreal marcó la diferencia después del descanso y el Ciudad de Lucena poco pudo hacer ante uno de los mejores equipos de España. El 0-6 acabó siendo el resultado definitivo. Algo injusto dado que los de Cobos fueron atrevidos en su casa, pero en el fútbol lo que vale es la efectividad.