Del cielo al infierno en 11 años

El Deportivo de La Coruña experimentó en poco más de una década los caprichosos vaivenes que ofrece el fútbol: de ganar una Liga a descender de categoría en sólo 11 años. La ciudad amaneció ayer en estado de shock, frotándose los ojos, como si todo hubiera sido un mal sueño. Pero la realidad es que el Depor vivió su primer día en Segunda después de 20 años peleando con los mejores en España y en Europa.

"La afición llora el descenso del Dépor a Segunda después de 20 años en la elite del fútbol español y de codearse con los mejores de Europa. Muchas gestas y alegrías quedan grabadas para siempre en la memoria de la ciudad", resumió La Voz de Galicia

No sólo eso, sino que el descenso llegó prácticamente coincidiendo con la fecha del undécimo aniversario de su título de la Liga.

Aquellos eran los grandes tiempos del Deportivo, que comenzó a ser conocido por el apodo de Superdépor. Augusto César Lendoiro, su controvertido presidente, había logrado conformar un equipo prodigioso con talentos como Roy Makaay, Fran, Valerón o Molina, más los brasileños Mauro Silva, Djalminha o Donato.

Es casi un misterio cómo Lendoiro pudo juntar un plantel tan lujoso, pero lo cierto es que el equipo se situó en la elite. Primero con el veterano Arsenio Iglesias en el banquillo, y después con Jabo Irureta. El Deportivo vivió una época dorada, consolidándose como gran alternativa a Barcelona y Real Madrid. Además, en Europa vivió noches europeas memorables y hasta llegó a las semifinales de la Liga de Campeones en 2004.

Irureta se marchó en 2005 y a partir de ahí el equipo comenzó una lenta decadencia, aunque siempre compitiendo con dignidad. Por ejemplo, disputó la Copa de la UEFA hace sólo dos temporadas. Pero la crisis económica comenzó a ser angustiosa y el plantel se fue debilitando a pasos agigantados. El Deportivo pasó de ser un club comprador a un club vendedor.

El gol es lo más caro en el fútbol y por ahí se le fue la categoría al Deportivo, que esta temporada fue el equipo menos goleador de la Liga española con sólo 31 goles en 38 partidos.

La cuestión es ver si el Deportivo sabrá tomarle el pulso a una categoría como la Segunda División, tan diferente a la Primera, o si vivirá esa agonía que sufren tantos equipos que no saben adaptarse al salto hacia atrás. Ya se sabe que Lotina no seguirá, mientras el futuro de jugadores como Guardado o Adrián y Lopo también parecen alejarse de La Coruña.