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En el caso que implica al futbolista Rafa Mir y a un amigo suyo, frente a la presunta agresión sexual a dos jóvenes, los policías que acudieron al lugar manifestaron haber considerado el hecho como 'una cuestión leve'. Revelaron que su intervención se circunscribió a tranquilizar a las afectadas y tratar de esclarecer la situación, sin emprender ninguna acción adicional con el jugador ni buscando al compañero señalado como coautor. Todo ello se recoge en una información del diario Levante.
Irónicamente, estos agentes reconocieron que Mir les engañó al dar un nombre falso de este compañero, que también es investigado por agresión sexual. Con el pretexto de no invadir su intimidad, permitieron que el futbolista fuera a buscar a este personaje, conocido finalmente como Pablo Jara. A pesar de constatar la mentira, los elementos policiales se retiraron sin tomar ninguna medida extraordinaria.
Los testimonios recopilados en el Juzgado de Instrucción número ocho de Llíria revelan que las denunciantes, de 21 y 25 años, no lograron convencer a los policías de la gravedad de los hechos, al parecer, porque no pudieron describir de manera precisa una agresión sexual. Esta interpretación de los hechos por parte de los policías ha fortalecido la defensa de Rafa Mir y Pablo Jara, que insisten en que todo fue consensuado.
Contrariamente a lo defendido por los policías y la defensa, la joven que denuncia la agresión sexual por parte de Mir afirma haber revelado a una agente policial de sexo femenino la naturaleza no consentida del acceso carnal. Esta afirmación es respaldada por los guardias de seguridad presentes. Además, el hecho de que las víctimas no presentaran lesiones o hematomas visibles ha sido cuestionado, pues el propio Rafa Mir ha reconocido la lesión causada presuntamente por Pablo Jara a una de las jóvenes.
El siguiente paso en la instrucción de la causa será crucial, pues está previsto el testimonio de otros testigos, incluyendo a una posible tercera víctima y al vecino que alertó a las autoridades sobre el incidente. Con su testimonio a través de videoconferencia, este último ya ha contribuido a fortalecer la postura de las víctimas. En su relato, trató de minimizar lo ocurrido aquella noche, pero sí admitió que Mir dio un nombre falso cuando los agentes le preguntaron por su amigo.
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