La caída de Samir Nasri
El jugador francés insultó a un periodista tras el adiós de su equipo en cuartos
Entre sus insultos contra la prensa y su papel discreto en el campo, Samir Nasri estuvo en el centro de las polémicas francesas durante la Eurocopa que los Bleus abandonaron el sábado al perder 2-0 ante España en los cuartos de final.
El torneo europeo del jugador del Manchester City (24 años, 35 partidos como internacional, 4 goles) había comenzado con un tanto acompañado de un dardo a un periodista del diario deportivo L'Equipe, como él mismo explicó después del partido del debut.
Tras anotar a los ingleses (1-1) gritó un sonoro "¡calla la boca!", enfadado y con gesto de revancha. Y Nasri se fue del torneo como empezó, con un conflicto con la prensa, aunque sin gol ante los España.
Después del partido perdido ante la Roja, antes de abandonar el estadio Donbass Arena de Donetsk, insultó a un periodista de AFPque le preguntaba por sus impresiones sobre el partido, a lo que él contestó que la prensa sólo busca "escribir mierda".
El periodista le interrumpió entonces para pedir que no generalizara y el jugador continuó su discurso cada vez más agresivo.
Para cortar la conversación, el periodista le dijo entonces: "Bueno, piérdete si no tienes nada que decir". Nasri se enfadó más y profirió insultos hacia el redactor: "Que te den por culo, vete a follar a tu madre, hijo de puta. ¿Quieres que nos expliquemos? Vete a tomar por culo. ¿Ves?, mira, así ahora puedes escribir que soy un maleducado", antes de abandonar definitivamente la zona mixta.
Francia llegaba al torneo con el reto de mejorar su imagen pública tras los escándalos del Mundial 2010, donde el equipo se hundió en la primera fase rodeado de insultos al entonces seleccionador Raymond Domenech, la expulsión por ello de Nicolas Anelka y una respuesta del plantel en forma de huelga de entrenamiento.
El caso no alcanza la gravedad de ello, pero continúa la tradición de escándalos de los Bleus, que en la Eurocopa 2008, donde también fueron eliminados en la primera fase, estuvieron marcados por los conflictos generacionales en el seno del vestuario.
Estos insultos en público sólo son el signo exterior de una desazón más profunda, ya que Nasri se sentiría cada vez más aislado y sin apoyos en los Bleus, hasta el punto de perder la titularidad.
Laurent Blanc siempre había defendido su lugar en el tridente ofensivo del equipo, pero la derrota 2-0 ante Suecia en la última jornada del grupo hizo explotar la fachada de unidad y Nasri pareció simbolizar los males del equipo. Antes del inicio de los cuartos de final, Nasri apareció aparentemente relajado, hablando durante mucho tiempo con su compañero David Silva, y con Cesc Fábregas, ex como él del Arsenal, con lo que pudo evitar al máximo el contacto con otros Bleus.
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