El cielo quiere volver a celeste, con estrellas bronceadas que iluminen rostros sufridores ávidos de alegrías. Es solo un deseo, ahora; la madrugada del domingo, tal vez pase a ser una realidad. El anhelo se esconde en algo más de hora y media, de frugal batalla, a pecho descubierto. Dos supervivientes en la arena y solo puede quedar uno. Han sido los mejores de la temporada, por méritos propios, pero apenas hay un premio, que se esconde detrás del último capítulo de un curso atípico, extraño, inolvidable para todos. 

Así se escribe el principio de una historia en la que Lucena y el Ciudad, su equipo, quieren firmar el epílogo con permiso del Betis Deportivo, un ogro con la osadía de la juventud y el valor de quien ha bebido de otras fuentes mayores. Segundo contra primero del Grupo X de Tercera División; primero contra segundo con el ascenso a Segunda B en juego. Marbella como escenario, con las instalaciones del Football Center testigos de una noche de verano que tiene las lágrimas garantizadas, por la alegría y por la decepción. Toca elegir.

El conjunto lucentino llegará horas antes del choque a la Costa del Sol -su rival ya se ha ejercitado allí por última vez, con todos sus hombres listos, incluido Edgar, que viene de jugar en Primera-, tras apurar los entrenamientos en casa con la única duda de Alberto García, con molestias musculares, y la baja segura de Sergi Valls. Dimas Carrasco no ha querido variar un ápice el plan de hace una semana, pues el resultado fue el deseado: pase a la gran final del play off tras dejar en la cuneta al Xerez DFC. Noche y desayuno en casa, y luego bus para descansar en el hotel, del que el equipo ya saldrá con el guion del partido taladrado en la cabeza.

Ese mismo plan, sin viaje ni hotel, ya lo llevó el Ciudad de Lucena el pasado octubre cuando recibió al filial bético en el estadio que lleva su mismo nombre. Luismi firmó la victoria lucentina, por la mínima. Ahora ese mismo marcador sería suficiente. Bueno, en verdad vale cualquiera que sea un triunfo; el empate le sirve al Betis B por su condición de campeón de la fase regular, pues hay que recordar que la promoción no recoge prórrogas ni penaltis, que muchos corazones no aguantarían. Las reglas están más que claras.

Alineaciones probables del Betis Deportivo-Ciudad de Lucena.

Y parece que los planteamientos también, pues una final no es el mejor momento para experimentar con otras cosas. Apenas retoques buscando el factor sorpresa es lo que cabe esperar en dos equipos que suelen moverse desde el 1-4-1-4-1, que quieren la pelota, que saben jugar al fútbol. El que imponga su estilo ya tendrá mucho ganado. Lo hicieron, con más solvencia de los verdiblancos, en la ronda anterior. Pero ahora la magnitud de la faena es diferente.

Pocos lo saben entre los protagonistas, pero alguno hay. Si no, en el Ciudad de Lucena pueden tirar de la sapiencia de Juani, su secretario técnico, que ha vivido las otras tres fases de ascenso a la categoría de bronce del equipo de su ciudad desde dentro. Las dos primeras salieron cruz; la tercera fue cara. Quizás sea el momento de equilibrar la balanza. El cielo quiere ser celeste, otra vez. Háganlo real.